Lo barato sale caro. Siempre. Y más aún cuando de belleza se trata. Que lo diga Tina Campbell, de Londres, que compró extensiones de pelo de 149 dólares y fue a una peluquería que no le inspiró confianza.
Y tuvo razón. Le puso antiséptico azul y cosió las extensiones. Pero luego de unas semanas, el cuero cabelludo comenzó a picarle y notó que se le formaron granos. Luego comenzó a salir pus y comenzó a dolerle la cabeza. Menos de 24 horas después estaba en el Hospital. Posteriormente, sintió que quedó con un hueco en la misma, pues el doctor tuvo que drenar la infección.
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«El sonido del escalpelo sobre mi hueso parecía una película de terror», afirmó, citada por Cosmopolitan.
Le tuvieron que rellenar la cabeza y usó un vendaje. Los doctores le dijeron que la aguja con la que cosieron sus extensiones estaba sucia. Y cuando ella confrontó a la dueña del salón, esta la culpó a ella por lo que compró.
Increíblemente, sigue usando extensiones.
En el video verán lo que le pasó. Contiene alto contenido gráfico que puede herir susceptibilidades, por lo que se recomienda discreción.