El “viajero cósmico” del parque El Virrey

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A simple vista parece un florista cualquiera. Pero don José Cruz es mucho más que eso. Es un “viajero cósmico”, como se hace llamar. Y lleva un collar traído del más allá para demostrarlo. Contiene “piedras preciosas” y hasta “diamantes” y “oro”. Se lo pone de vez en cuando para recordar sus viajes cósmicos.

“Fui a la constelación de Orión donde todo es de mármol”, relató el curioso personaje a PUBLIMETRO en una vista al parque El Virrey. En el primero de los puestos de flores, don José limpia con delicadeza las rosas y les coloca la mallita para que cuando usted las compre los pétalos estén cerrados.

Aunque considera que las mujeres más guapas están en Colombia, dice haber conocido a unos seres en el más allá. En un viaje en un “aparato de 40 metros por ocho metros de altura”, don José fue al espacio, dice. Conoció “extraterrestres” que “el aire que tenemos no lo pueden respirar”. “Son hombres de tres metros de altura” y llevan vestidos “plateados” que sorprenden a cualquiera.  

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Don José lleva 30 años como florista. Tiene “63 años en tiempo terrestre”, pero “56 mil años en tiempo cósmico”.

“Llegué a un punto donde había mucha gente con ropa plateada”, relató. Se encontró con un hombre de tres metros al que le preguntó que si creía en Jesucristo y este le contestó que “es nuestro jefe supremo”.

Según don José, en ese mundo cósmico el mismísimo Jesucristo era el que ejercía el poder. “Jesús de Nazaret estaba allí. Le faltaba un centímetro para medir dos metros. La ropa es igual a la que usa en la tierra. Brilla como esa lámpara”, y señaló al puesto de enfrente, donde brillaba una bombilla tipo LED. Llevaría una túnica color neón. “El pelo era color miel. Los ojos eran color miel”, añadió.

Pero don José no solo conoce el espacio. Dice que ha recibido en varias ocasiones la visita de Jesús en su propia “pieza”, la cual iluminó una noche cual espíritu fantasmagórico. “Me llamó: ‘José, despiértese’. Estaba mi pieza iluminada. Le dije: ‘Señor, ¿para qué me necesita?’” y Jesucristo le dijo que “en su debido tiempo” lo iba a necesitar, a pesar de que fuera “mujeriego”. Pero todavía no le ha dicho para qué será.

“Somos viajeros espaciales”, afirma el florista sobre los seres humanos, que damos una vuelta al sol cada año. “Vivimos en una burbuja”, dice sobre la atmósfera y la forma en la que se va contaminando y todo se va quedando en el planeta, y lo vamos respirando una y otra vez.

“Un día, las aguas de los mares se van a incendiar como antorchas. Estamos al borde de incendiar la tierra”, insiste sobre la contaminación dentro de la “burbuja”.

“Llegará un día en que van a suceder cosas terribles en esta tierra”, concluyó, como quien ha visto y conoce lo que otros no.

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