Pixel es el gato más pequeño del mundo aparentemente. Aunque el Guiness World Records no lo ha confirmado, su madre fue calificada como la más chiquita con 6 pulgadas y 15 centímetros de longitud, pero los que conocen a su hijo aseguran que este es más diminuto.
El gato es más alto por pocos centímetros que una lata de gaseosa, es tan pequeño que su dueña Tiffani Kjedergaard dice que debe caminar muy despacio para no pisarlo y que además cabe en todas partes, incluso en una taza.
Su raza es de tamaño normal, pero parece que él y su mamá poseen un defecto genético,lo que hace que sus patas sean extremadamente pequeñas.
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