Opinión

Por una #UnidadSinVetos

La democracia en Colombia se ha visto amenazada desde épocas
inmemoriales por grupos políticos de élite que en nuestro país no son más que gamonales en las regiones y procesos mafiosos manejados desde la capital que durante años han ido creciendo y tomando todo el poder que se les cruce por delante.

Frente a este panorama la ciudadanía poco a poco ha ido despertando de un sueño de ilusiones, donde sólo se asentía con la cabeza a cada error gravísimo de esa élite política mafiosa que ha impartido leyes y administrado el poder por muchos años, desangrando el corazón de los colombianos y vaciando sus bolsillos.

La increíble movilización a nivel nacional en pro de los acuerdos de paz, los diferentes paros nacionales convocados para exigir una vida, educación, trabajo y salud digna; y las diferentes manifestaciones del furor ciudadano, son muestra de que la venda ha caído de los ojos y de que pronto vendrá un cambio contra toda estructura que atente contra el pueblo mismo

¿Pero qué es el pueblo? los políticos y dirigentes que deciden por nosotros o cada campesino que cultiva nuestros alimentos, cada joven que construye sociedad, cada líder que teje redes, cada mujer que se levanta frente a la cultura machista y cada artista que expresa sus emociones y las comparte con los y las demás.

El pueblo o poder popular se eleva con cada acción en las regiones por un mejor país. No se trata de una doctrina impartida por la izquierda para llenar de miseria el país como se ha hecho creer en los grandes medios. El poder popular, ciudadano y contrahegemónico busca fortalecer nuestra democracia en lugar de tumbarla.

Ese mismo poder ciudadano se ha visto representado en los últimos días en Colombia por las bases de los diferentes partidos alternativos, quienes se han juntado para formar una #UnidadSinVetos con la consigna de democratizar el futuro.

¿Democratizar el futuro? ¿será el momento en Colombia para que todas las fuerzas alternativas se unan en pro de derrotar al establecimiento? Lo que es claro es que este movimiento multipartidista ha puesto a los alternativos a juntar agendas y tomar valeriana a los políticos tradicionales de todo el país.
La sola posibilidad de que se construya un frente amplio y convergente empieza a tener fuerza, claro estamos, no en las directivas de los partidos alternativos sino en sus bases, quienes para su interlocutor son las que toman las decisiones.
Pues amanecerá y veremos, porque de llevarse a cabo sería un verdadero pacto histórico, un acuerdo que piden a gritos los millones de líderes asesinados en Colombia a manos de las mafias políticas.
Por una unidad sin vetos, para que cuidar la vida y la democracia no nos la siga costando.
¡Democraticemos el futuro!

Por: Nicolás López / Comunicador social para la paz e investigador en violencia, conflicto y paz.

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