Opinión

El ‘Tren’ Valencia y ‘Tyson’ Núñez

La revista inglesa Four Four Two –de la que soy hincha desde siempre y que es la mejor de contenido futbolístico– se dedicó a escoger los peores fichajes en la historia de la Premier League.

Las historias alrededor de cada uno de los fichajes tienen su cuota divertida o en algunos casos dramática, como los cuentos de las recaídas permanentes en la ingesta de alcohol de Andy van Der Meyde cuando el holandés vestía los colores del Everton, el desperdicio de dinero del West Ham contratando a Savio; no Sávio Bortolini, sino Savio Nsereko, ugandés y desacertado.

O el compilado de desastres ofensivos en los que incurrió Ade Akinbiyi, consignados además en video. Si usted siente que el 9 de su equipo no es capaz de hacer el gol más sencillo, vea lo de Akinbiyi: podrá encontrar algo de paz y sabrá ser mucho más tolerante con el centrodelantero de pólvora mojada que le saca canas en el estadio.

Pero entre tanto hallazgo y nombre ilustre (Bogarde aparece en el listado, así como el buen Radamel Falcao García, el excelente extremo español Albert Luque, el arquero de la selección de Ghana, Richard Kingson, Mário Jardel y el atacante griego Mitroglou) apareció Milton ‘Tyson’ Núñez, el primer futbolista de nacionalidad hondureña que jugó en la Liga Premier y que anduvo ligado al Sunderland, un club de esos en los que puede pasar de todo para bien o para mal. Basta con ver –muy recomendada– la serie de este club en Netflix para comprender mejor lo que a veces encierra Sunderland.

Núñez pisó tierras inglesas y el entrenador del equipo por esos años era Peter Reid, recordado por ser el segundo jugador de los cinco que burló Diego Maradona antes de concretar el que es uno de los goles más hermosos en las Copas del Mundo. Reid, al parecer, había visto algo de ‘Tyson’ en algunos videos de VHS cuando el centroamericano defendía los intereses de Nacional de Uruguay. La BBC alguna vez hizo un artículo sobre la transferencia de Núñez al Sunderland y encontró tres teorías que explicaban su arribo al Light Stadium: la primera, que Reid sacó de su bolsillo dos millones de dólares, absorto por el talento de Núñez. La inversión, por supuesto, resultaría calamitosa de acuerdo al rendimiento del hondureño.

La segunda y la tercera teoría están casi que vinculadas con la misma armonía de las cadenas del ADN humano: un enviado de Sunderland viajó hasta Grecia para buscar un delantero y al parecer el negocio se dio en un bar. El inglés, completamente embriagado, firmó el contrato de vinculación para Núñez. Pero lo mejor es que, de acuerdo a la leyenda, el emisario del Sunderland contrató al futbolista que no quería por cuestión de confusión: estaba buscando en realidad llevarse a Adolfo  Valencia, gran figura de Santa Fe en todos los tiempos y que por esos años resurgía tras un par de fracasos europeos con el PAOK de Salónica. Y entre trago y trago, confundieron a ‘Tyson’ con el ‘Tren’.

Ya sabemos el desenlace. Pero quedará por siempre el interrogante de imaginar qué hubiera pasado si Valencia era el que llegaba a Sunderland.

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