Pasaron varios años, cerca de nueve, luego de hacerse publica la etapa exploratoria entre el gobierno nacional de entonces y el Ejército de Liberación Nacional, asunto que se desarrollaba en el vecino país de Ecuador. Muchas son las circunstancias que rodearon la negociación con este grupo terrorista radical, el cual, en medio de los anuncios, indicaba que era su deseo hacer la paz, pero lamentablemente sus actos -especialmente en las ultimas semanas- distan mucho de eso, tratándose de coherencia entre lo que puede ser un diálogo para llegar a la paz, y la realidad del contexto que nos rodea, hablando de los secuestrados y de los actos terroristas por parte de escuadras que delinquen con la franquicia del ELN.
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Las diferencias entre las Farc y ELN son mínimas, tratándose de sus objetivos comunes los cuales desde el año 2005, exactamente en el día 6 del mes de diciembre, donde materializaron formalmente ambas organizaciones un “consorcio” desestabilizador para Colombia, cuya meta no solo es instalar el socialismo del siglo XXI sino llegar desde “diferentes trincheras” a posiciones de poder para llegar a “producir cambios políticos y la anhelada unidad por la cual luchamos”. Así le indicaba para entonces Manuel Marulanda Vélez, alias “Tirofijo”, en carta secreta al máximo comandante del ELN, Nicolás Rodríguez, alias “Gabino”.
Para entonces las Farc tenían claro que una alianza con organizaciones armadas que tuviesen propósitos comunes no sería tarea complicada, pues tenían claro que para poder materializar esas alianzas necesitarían identificar un enemigo común. Claramente para el año 2005 la política de seguridad democrática del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez ya habría surtido algunos efectos para toda organización terrorista que buscaba desestabilizar el país, generar zozobra en la población y arrasar con todo lo que encontrara a su paso, así fue como para esa fecha Manuel Marulanda identificó que ese enemigo común a futuro sería el “Uribismo”. Tanto Farc como ELN, siempre han delinquido desde un lado de la frontera con Venezuela, resguardándose siempre en el vecino país, bajo la protección del régimen de Maduro y el Cartel de los Soles; alianza macabra que ha inundado al mundo de coca a manos del régimen de Maduro, las Farc y el ELN Nunca nadie ha cuestionado en donde se encuentra Jhon 40, máximo cabecilla del narcotráfico de las Farc en asocio con el Cartel de los Soles, nunca se desmovilizó con las Farc y tampoco se habló en su momento de él, sus rutas y enlaces con el narcotráfico internacional. Seguramente con la pronta caída de Maduro quedará desprotegido. A escasas horas de la salida del poder de Maduro, quedarán sin protección no solo Jhon 40, quien se salvó de un operativo de película en las selvas de frontera en donde tiene su campamento a todas anchas bajo la protección de la Guardia Nacional: se salvó de su captura por escasos 600 metros, pues lo llevaban en hombros efectivos militares de Colombia, luego de ser infiltrado en su campamento por un joven militar de inteligencia dado su apetito de personas por el mismo sexo y su obesidad, pero los hostigamientos de la Guardia Nacional Bolivariana impidieron su captura. Sabemos que con la pronta caída del régimen no solo caerá el Cartel de los Soles, también el capo de la entonces Farc y los cabecillas del ELN.