Me siento profundamente agradecida con el universo por formar parte del equipo voluntario de Publimetro Colombia. Y aun cuando esto me deje parada como una pinche aduladora más, lo tengo que decir, porque me nace honestamente decirlo y decirlo abiertamente. Este medio me hace muy feliz por ser un medio verdaderamente incluyente que ha respetado mi derecho a la libre expresión y opinión y nunca me ha censurado. ¿Por qué digo esto? Porque no ha faltado el intolerante que me ha escrito para decirme que Piedad Córdoba me pagó para entrevistarla, e incluso han salido a decir que Publimetro tiene una alianza con la precandidata presidencial.
PUBLICIDAD
Y aunque lo más fácil sería pasarme los comentarios difamadores por el trasero, ese no es mi talante. Así que voy a exponer los hechos sin ánimo de dar explicaciones o pedir permiso, solo con el ánimo de hacer una aclaración justa. A quien me dedicó unos minutos de su tiempo para escribirme que soy una «Perra periodista» quiero darle las gracias por el reconocimiento público: siempre he dicho que soy una perra y de las que muerde. Y por si no lo sabe, no sólo soy una perra, le resulté feminista.
- Me hago absolutamente responsable de mis opiniones y agradezco que en mi país exista un medio de comunicación que me permita opinar y dialogar libremente sobre mis temas sin censura.
- No sé si deba disculparme por no ser una periodista políticamente correcta y estructurada que no rompe las reglas y protocolos. Lo que sí sé es que como persona siempre he apostado a no disimular ni mimetizar lo que soy, pienso y siento, y eso me ha traído muchos problemas en todos los niveles de mi existencia, cosa que no he tenido problema en asumir con todas las consecuencias sociales y morales que esto implica. Estoy en la búsqueda de mi destino como activista y como comunicadora, no estoy interesada en trabajar para gustar: mi interés es trabajar por comunicar esas cosas que creo que deben comunicarse, no gustar. Comprendo que para muchas personas el hecho de que un periodista sea cálido, cercano y exprese sus sentimientos sobre su fuente e incluso abrace y sonría a su fuente es contado como un acto de poco profesionalismo, de irrespeto y en muchas ocasiones de lambonería y servilismo. No voy a disculparme por no saber disimular mis emociones, ni pretendo ser excusada o comprendida. Asumo con profundo respeto que mi trabajo disguste, solo no permitiré que se me violente, maltrate o difame por disgustar.
- Mujer y sociedad es un espacio creado para ensalzar y resaltar las caracterizas positivas de las mujeres que en el país han hecho historia con su trasegar, sean reconocidas o no. También para cuestionarlas. Los reconocimientos se hacen en vida; para mi es lo justo. Ninguna mujer es perfecta, como ningún hombre lo es. No obstante, poco se habla de las virtudes de las mujeres odiadas como sí se habla mucho de las virtudes de los hombres odiados por muchas personas; ejemplo de ello es el senador Alvaro Uribe Vélez. Otro objetivo del programa Mujer y sociedad es visibilizar a los hombres antimachismo y, sobre todo, transversalizar el tema del feminismo a las diferentes realidades cotidianas, sociales, intimas y políticas de la humanidad. En ese orden de ideas, me siento satisfecha por estos meses de trabajo en los que, con todos los errores técnicos que pueda tener, Mujer y sociedad ha logrado sus objetivos.
- Piedad Córdoba es una mujer que despierta odios y amores, nunca indiferencia. Para mí es un enorme ejemplo de vida el hecho de que con miedo nunca ha dejado de defender lo que cree. No me identifico con todas sus ideas, hay cosas en las que nunca coincidiremos. No obstante, considero que es bueno que conozcamos su trasegar, más allá de imaginarios colectivos, estigmas y prejuicios sociales.
- Quienes dicen que es mi amiga personal, mienten. Si fuera mi amiga, no dudaría en decirlo: siempre digo abiertamente cuando invito a mis amistades a participar en mi programa. No obstante, debo decir que si Piedad Córdoba desea construir alguna versión de amistad conmigo, será un gusto. Las amigas no tienen por qué estar de acuerdo en todo, ni ser discípulas las unas de las otras.
- A quienes se atrevieron a escribirme que existe algún tipo de alianza política entre Mar Candela y Piedad Córdoba les respondo: mi calidez obedece a mi sororidad y empatía por su trasegar. NUNCA a una afiliación política. Leer les hace grandes. Les evitará decir idioteces. Empatía y justicia no tienen que ver con alianzas, y bienvenidos todos los insultos de cada asno(a) intolerante incapaz de analizar y separar temas.
- En Feminismo Artesanal denominamos a las mujeres que sobresalen a sus infiernos «heroínas de su propia vida». Afirmamos que dentro de este sistema que nos odia, que no trata igual a un mal hombre que a una mala mujer, porque la mala mujer por hacer las mismas cosas que los malos hombres siempre resulta ser peor que todos los hombres malos, todas debemos hacernos heroínas de nuestra propia vida. Así desarticulamos la lógica de este sistema, sabemos que nosotras tenemos que aprender a salvarnos del sistema diariamente. En el pensamiento político no coincido con Piedad en muchas cosas, como mujer la admiro por gallarda, frontal y putamente resiliente Si un día le comprueban todo lo que dicen por ahí sobre delitos que ella ha cometido o comete. Yo pondré el pecho y reconoceré que admiré rasgos positivos de la personalidad de una mujer corrupta. Es más, si algún día yo tengo pruebas irrefutables de las cosas que se le acusa, sin temblarme la voz la denunciaré. Mientras tanto la realidad es que la justicia le ha dado la razón y no en pocos temas.
Colofón: Me encuentro en mi búsqueda intima del camino para lograr ser la activista feminista vehemente que he sido y la comunicadora que estoy siendo sin fragmentarme, sin mimetizarme. Es una tarea que me ha resultado muy difícil y debo agradecer públicamente al señor Alejandro Pino, director de Publimetro por permitirme aprender a hacerlo en este espacio.