Opinión

Los buenos tiempos

Es muy fácil ser bueno cuando todo está bien, muchos creen que esto es fluir; sin embargo solo es dejarse llevar por la vida y la aparente calma que muestra en los buenos momentos. No es que debamos vivir como una cabra brincando de un lugar a otro, o mucho menos que rechacemos las situaciones de la vida en las que todo parece ir de maravilla, se trata de entender que eso que vemos como algo bueno y maravilloso puede llevarnos a estancarnos, sí, a estancarnos, porque nos vamos a acostumbrar con tal rapidez y facilidad que es muy posible que luego, cuando alguna dificultad se presente, sintamos que el mundo se acaba y se derrumba delante nuestro mientras veíamos la vida pasar en nuestra zona de confort.

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Tampoco se trata de pensar que la vida es extremadamente dura, que es un periodo de tiempo en el que, como algunas doctrinas lo dicen, vinimos a sufrir para pagar por pecados que ni hemos cometido viviendo en constante agonía y tortura, como quien antes de empezar el juicio ya está condenado y solo busca una mejora en su sentencia, porque esto conlleva a que nuestra vida quede inmersa en un sentimiento de desesperanza y desilusión.

Si realmente queremos vivir buenos tiempos en nuestra vida, tenemos que ser conscientes de que todos los momentos que vivimos son eso: “buenos tiempos”. Muchas veces por emitir juicios desde nuestras expectativas, etiquetamos algo como “bueno” o “malo” sin darnos la oportunidad de vivirlo, conocerlo y saber qué puede tener para nosotros; y lo peor de estas etiquetas es que de alguna manera se convierten en absolutas, polarizando nuestra vida entre lo malo y lo bueno, limitando nuestras elecciones y encerrándonos en un círculo vicioso.

No podemos limitarnos a vivir lo que siempre hemos vivido porque nos condenaremos a los mismos resultados que ya conocemos, solo cambiando nuestra manera de ver la vida cambia nuestra vida; solo si nos atrevemos a juzgar menos y vivir más podremos entender que hay otro tipo de verdades, otro tipo de realidades; solo si nos arriesgamos a salir de esa zona de confort y/o de ese círculo vicioso de decisiones que en el fondo están basadas en una falsa comodidad, prejuicios y miedos podremos entender que el mundo está lleno de posibilidades, que todas están a nuestro alcance y que siempre estamos viviendo buenos tiempos.

Y sí, hay tiempos mejores que otros, pero todo lo que vivimos guarda una lección, guarda la posibilidad de que aprendamos algo para ser mejores y para que podamos llegar a vivir mejor. Siempre nuestro mejor maestro es nuestro más reciente error, el asunto está en qué tan interesados estamos en aprender para entender que todo lo que vivimos suma, y lo único que realmente resta es nuestra mala actitud.

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

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