Slash

Julio César Escovar, productor de radio/ melómano @julitroescovar.

Slash es totalmente incendiario: su velocidad, su técnica, y su apariencia han construido una leyenda, llevo décadas escuchándolo tocar y aún no tengo claro, ni siquiera, cuántos años tiene. Son esta clase de cosas las que construyen a una estrella de rock.

Cuando Guns n’ Roses (GnR) estaba en su mejor momento, sonaba en todas las radios, y la gente compraba sus camisetas. Era algo sin precedente, reunía el punk con el rock, el blues con el metal, era sexo, drogas y rock n’ roll. Se cantaban sus canciones sin saber qué significaban, sin siquiera entender inglés. Mi primera canción fue ‘Welcome to the jungle’ y dice más o menos así:

Bienvenidos a la jungla, lo llevamos día a día Si lo quieres lo vas a sangrar, pero es el precio que debes pagar eres una niña muy sexy, muy difícil de complacer, puedes probar las luces brillantes, pero no lo harás gratis.

Por suerte, el inglés de mis papás tampoco era muy bueno y mi canto era incomprensible. Pero lo que quiero decir es que la música de GnR podía llegar a transgredir, y eso que estoy hablando de la primera canción del primer disco que lanzaron (fácilmente uno de los mejores álbumes de debut en la historia del rock, punto). Pero eso lo descubrimos después, primero lo primero: esa guitarra, las gafas y ese sombrero, que el mismísimo Johnny Walker envidiaría, hicieron que Slash se convirtiera en un ícono velozmente. Su talento desde entonces es incuestionable.

Tengamos en cuenta lo siguiente: ‘Apetite for destruction’ salió al mercado en 1987, debutando de número uno y durando 147 semanas en los listados. De ahí en adelante, todos los discos de GnR serían número uno o dos, con excepción de ‘The Spaghetti Incident’ (un álbum de covers que fue número cuatro superado por Snoop Dog, Pearl Jam y Mariah Carey, el año era 1993).

No olvidemos que posterior a su carrera con GnR, Slash también estuvo en Velvet Revolver, banda con un álbum debut que fue número uno en el 2004.

Yo escucho en cada álbum que Slash la tiene clara. Recientemente aparecieron dos discos de Slash. El primero, ‘Made in Stoke’, un álbum en vivo de 2011 en el que podemos escuchar a este británico-americano (nació en Inglaterra, dato curioso) hacernos un recorrido por su extensa carrera. Se le suma Miles Kennedy, cantante que puede sonar un poco como Axl Rose en algunas canciones, esto, dudo mucho que sea gratuito. Y su más reciente disco de estudio ‘Apocalyptic Love’, que bien es un trabajo que podría haberse grabado hace 10 o 15 años: suena a Slash, un tipo que es fiel a su Les Paul, a sus gafas, su sombrero y su forma de tocar, yo prefiero decir que sigue siendo incendiario.

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