Romero declaró a medios estatales que la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico concluyó que no hay cárteles propiamente dichos instalados en Bolivia, pero sí llegan enviados de organizaciones de esos países para coordinar acciones delictivas.
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Uno de los ejemplos, según Romero, es el robo perpetrado por una organización formada en su mayoría por brasileños a un camión blindado de la empresa Brinks, el pasado 30 de marzo.
La Policía boliviana detuvo este sábado en el oriente del país al brasileño Mariano Luiz Tardelli y lo presentó como un líder de la banda de asaltantes y como miembro del grupo criminal brasileño Comando de la Capital (PCC), vinculado al narcotráfico.
La agrupación que cometió el robo también tenía a un peruano y bolivianos entre sus miembros y a muchos otros brasileños, que aún son buscados por los agentes en zonas selváticas de Santa Cruz.
Además, la banda gozaba de la protección de campesinos de la región cruceña de Santa Ana, lo que también dificultó las operaciones policiales, según el ministro boliviano.
Las autoridades bolivianas manejan la hipótesis de que la banda de asaltantes tiene nueve miembros con antecedentes de atracos a bancos en Brasil, donde supuestamente cometieron 57 robos.