Las FARC hicieron hoy un llamado a «todos los partidos, movimientos políticos y sociales» de Colombia para hacer un «gran acuerdo» encaminado a impulsar un «proceso abierto» que lleve a una Asamblea Nacional Constituyente.
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En la lectura de la declaración política de la Décima Conferencia Nacional Guerrillera, que concluyó hoy con la ratificación unánime del acuerdo de paz alcanzado con el Gobierno, el jefe negociador de las FARC, Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez», señaló que trabajarán por un nuevo «Gobierno de construcción de paz».
El objetivo es la definición de un «programa mínimo» que «además de comprometerse con el acuerdo final, recoja las aspiraciones sociales» que consideran «más sentidas».
Para ello, será necesario que las FARC conformen un nuevo partido político cuyo congreso fundacional se llevará a cabo «a más tardar en mayo de 2017», según la declaración leída por «Márquez», siempre que se «implementen los acuerdos tal y como está convenido».
«Será función del partido dar continuidad a nuestros propósitos políticos de carácter estratégico por la construcción social de poder para el pueblo», reza el documento.
Ese congreso estará a cargo de del Estado Mayor Central (mando) que tendrá un congreso pleno en el que también se definirá su ampliación.
Asimismo, las FARC se comprometieron a ofrecer toda su «fuerza y energía por la unidad de los sectores progresistas, democráticos y revolucionarios del país», así como de los movimientos políticos y sociales.
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La «gran convergencia» de la que quieren forman parte deberá tener «la capacidad de construir poder social, político y popular desde abajo», así como de «disputar el poder del Estado en los espacios institucionales de elección y representación».
«Trabajaremos por un nuevo Gobierno de construcción de paz y reconciliación nacional», señalaron.
El gran «acuerdo político» también llama a «definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social».
La lectura del documento fue ante centenares de guerrilleros, invitados de partidos políticos de izquierda como el congresista del Polo Democrático Alternativo (PDA) Alirio Uribe, la exlegisladora Piedad Córdoba e incluso el legendario portero de la selección colombiana de fútbol René Higuita.
Tras la lectura tomó la palabra el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timochenko», quien dijo que sus armas «no fueron vencidas», pero tampoco alcanzaron «la victoria sobre el adversario».
En ese contexto decidieron «iniciar un proceso de paz» del que dijo que las FARC siempre defendieron como «forma de solucionar el conflicto social y político que ha padecido» Colombia.
Asimismo, reconoció el valor del presidente Juan Manuel Santos por llevar adelante las negociaciones de paz y «su compromiso en la consecución del acuerdo final».
«Timochenko» reiteró que la ratificación del acuerdo se produjo de manera unánime por parte de 207 delegados de todas las unidades guerrilleras desplazados hasta los Llanos del Yarí, entre los departamentos del Meta y Caquetá, para la conferencia.
«Las FARC manifiestan al pueblo colombiano su inclaudicable compromiso con el cumplimiento de lo acordado», agregó el jefe guerrillero.
«Timochenko» dijo que en adelante, «la población apreciará los beneficios de la paz» que, en su opinión, traerá una «sustancial reducción de la violencia que hemos padecido durante décadas», así como una mejora significativa de las condiciones de vida.
Eso será posible gracias a las «inversiones sociales y de infraestructura» que serán factibles por la reducción del gasto militar con el fin del conflicto.
Además, señaló que el acuerdo final es una forma de «transformar la vida del país y de superar el desinterés y escepticismo» que despierta la política en Colombia.
Por último, «Timochenko» aseveró que las víctimas del conflicto «tendrán el reconocimiento que reclama la historia» porque se abre «la primera y más importante acción de reparación colectiva» que es el fin del conflicto armado de más de medio siglo.