El senador y exlíder del desaparecido grupo guerrillero Movimiento 19 de Abril (M-19), Antonio Navarro Wolff, lo tiene claro: las FARC «se mueren» por hacer política y «echar discursos», algo que llegará cuando lleguen a un acuerdo de paz con el Gobierno colombiano y dejen las armas.
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«Ellos están preparados, les veo con ganas de sentarse en una caja de cerveza y echar un discurso en una esquina», dijo Navarro Wolff en una entrevista con Efe.
Dejar las armas y dar el salto a la política transformados en un partido político convencional es uno de los retos que afrontan las FARC, que negocian con el Gobierno un acuerdo de paz desde hace más de tres años en La Habana.
En este sentido, el hoy senador comentó que en la sociedad hay gente que «estará toda la vida en contra» de que formen partido y entren en las instituciones, pero mostró su confianza de que la mayoría de los colombianos quiera que se presenten a las elecciones «aunque no van a votar por ellos».
«(Formar un partido) es el corazón de un acuerdo de paz, los norteamericanos que hacen frases para todo acuñaron tras la paz de El Salvador la frase ‘bullets for votes’, balas a cambio de votos», agregó el senador que condujo las negociaciones de paz que terminaron con la desmovilización del M-19 en 1990.
El paso a la legalidad y la conformación de un partido político es uno de los elementos que más ampollas ha levantado en Colombia, una sociedad acostumbrada a ver a los líderes de las FARC en la lista de «los más buscados» y que ahora podría verlos en los carteles electorales.
Entre los mayores críticos a esa posibilidad se encuentra el opositor partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe, que ha mostrado muchas reticencias a todo el proceso de paz.
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Pese a ello, Navarro Wolff quiso destacar que «la participación política de quienes se desarmen» es la razón por la que se iniciaron los diálogos de paz.
«Si no hay elegibilidad no hay acuerdo negociado, la única manera de no imponer la eligibilidad es derrotarlos, pero si hay una negociación y un acuerdo eso es esencial», destacó el senador, quien afirmó que no considera que haya en Colombia un espacio para el discurso de «extrema izquierda».
Sin embargo, en comparación con el proceso que vivió al frente del M-19, que se transformó en partido bajo el nombre de Alianza Democrática M-19 y que posteriormente se disgregó, señaló que las FARC tendrán que lidiar con una opinión pública que mayoritariamente está en contra.
Navarro Wolff dijo que ellos tuvieron también «un viento a favor muy importante» debido a que el proceso de paz con la guerrilla que lideraba -junto al asesinado Carlos Pizarro- «fue muy popular» y «hubo unanimidad en el país» al apoyarlo.
Asimismo, trabajaron desde el inicio de la negociación para «ganar a la opinión pública».
«Era esencial para el intento de alzamiento armado y por supuesto esencial para la participación en política. En poco meses pasamos del cero al 28 % de votos que conseguimos en la Asamblea Constituyente de 1991», subrayó Navarro, hoy miembro del partido Alianza Verde.
Por eso considera que las FARC van a pasar por un proceso «más grave» porque observa que tienen un respaldo ciudadano bajo.
No obstante, afirmó que después de la firma del acuerdo se producirá «un momento de apoyo público» que estará lejos de los acuerdos de los de los años 90 pero que puede incrementar notablemente el que tienen hoy las FARC.
«El tema de fondo es ganarse la confianza de los ciudadanos. Ahí siguen cometiendo errores. Eso quiere decir cumplir la palabra, dejar de suspender realmente toda actividad que afecte realmente a la población civil», concluyó.