La Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia ordenó una millonaria indemnización a un abogado que durante 11 años le pagó 2000 pesos diarios a una mujer por su labor como empleada de servicio de su oficina en el norte de Bogotá.
La decisión penal se basa en que la mujer, que trabajó entre 1996 y 2007 en la oficina como secretaria, mensajera, aseadora y patinadora, no recibió nunca subsidio de transporte, dotación, prestaciones sociales ni afiliación al Sistema de Seguridad Social por parte de su empleador.
La Sala Laboral confirmó una decisión previa del Tribunal Superior de Tunja y declaró la existencia de un contrato de trabajo, por el cual el abogado deberá pagar casi $41 millones por concepto de salarios, prestaciones sociales, vacaciones y auxilios de transporte pendientes hasta el día de la terminación de su contrato, el 13 de agosto de 2007.
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Además, el fallo exige un pago desde el 14 de agosto de 2007 de pensión de vejez, el cual sería de un salario mínimo mensual por los últimos 8 años, y de una multa por morosidad de $16.117 diarios por cada día que se demore en pagar la totalidad de la multa desde el 14 de agosto de 2007.
El abogado intentó argumentar que no existía un contrato firmado de subordinación laboral porque su acuerdo con la empleada del servicio consistía en compartir la oficina y desempeñar labores libremente; mientras la demandante respondía por el aseo de la misma, el demandado debía pagar arriendo y servicios públicos.
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El tribunal laboral no aceptó dicho argumento. “La Sala no encuentra que la parte accionada haya desvirtuado la presunción de subordinación, así como tampoco logró acreditar razones serias y atendibles que permitan avizorar que en efecto creía que el vínculo que lo ligó a la demandante era diferente al laboral”, dice la decisión.
