Por primera vez en la historia, la Aeronáutica Civil reguló el uso de “aeronaves pilotadas a distancia” (RPA, por sus siglas en inglés), conocidas popularmente como “drones”, para usos diferentes a los recreativos y deportivos.
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Según la reglamentación anunciada este martes, el peso máximo autorizado de un dron es de 25 kilogramos, debe contar con piloto automático y GPS. No podrán contar con hélices mecánicas y deberán tener una placa de identificación con el nombre de su operador.
Según la circular, las RPA no podrán volar sobre áreas congestionadas, edificaciones o aglomeraciones de personas (como una manifestación); tampoco durante condiciones meteorológicas de vientos fuertes o en el que la aeronave no se vea.
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Los drones, para todos los usos, no podrán volar a alturas superiores a 152 metros (500 pies), ni a más de 750 metros de distancia de su operador. Tampoco podrán acercarse a 1.8 kilómetros de sedes políticas, instituciones gubernamentales, centros carcelarios, instalaciones militares o policiales, ni corredores destinados para aeronaves tripuladas.
Quienes quieran aplicar para operar drones a nivel comercial deberán contar con un mínimo de 40 horas de vuelo de estos equipos y 200 despegues y aterrizajes, así como certificaciones y registros ante la Aeronáutica Civil.
Con estas operaciones, los vuelos deportivos y recreativos de RPA no tendrán estos requerimientos, pero sí deberán cumplir las especificaciones técnicas de los equipos y de operación. Una operación que incumpla estos requisitos podrá ser sancionada de acuerdo a los Reglamentos Aeronáuticos, además de las responsabilidades civiles o penales que surjan de estos hechos.