Ángela María Reyes, una estudiante de derecho, denunció ante medios de comunicación que el pasado jueves 23 de julio fue víctima de discriminación junto a su pareja mientras esperaban un bus del transporte masivo, Mío, en Cali.
Hacia las 9 de la noche se dirigían hacia la casa y, como se encontraba muy cansada y, por esa razón, se recostó en las piernas de su pareja. Sin embargo, asegura que no realizaron ninguna escena exagerada de afecto. Al verlas, un funcionario las agredió y afirmó que estaban realizando una “conducta prohibida” y que era un mal ejemplo para los niños que se encontraban cerca.
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Según ella, el hombre hizo eso porque a él no le gustaba, pero, basada en las leyes, lo que ellas hicieron no era ningún delito. “Llamó a los guardas de seguridad, cuando llegaron donde estaba con mi pareja, empezaron a decir que estábamos tocando instrumentos musicales y haciendo actos de mendicidad”.
Luis Felipe Rodríguez, activista LGTBI, pidió a Metrocali que se disculpe públicamente y que, además, capacite a sus funcionarios en temas de derechos humanos, puesto que pueden tener actos afectivos en público.
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De igual manera señaló que mediante una acción legal se harán revisar las cámaras para hacer la denuncia formal en la Fiscalía y así pasarla a la Defensoría del Valle y la Personería de Cali.
Por su parte, Metrocali informó que se realizarán las investigaciones necesarias y, de ser cierto el caso de discriminación, podrían presentarse sanciones o despidos de los trabajadores que hicieron parte del sucedo.