«El presidente Juan Manuel Santos debe iniciar esta gestión para lograr que las Farc acepten alguna forma de justicia transicional, con la tranquilidad de que no van a parar en los Estados Unidos”. Exconsejero Presidencial de Paz, Carlos Eduardo Jaramillo
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“Es un tema que eventualmente va a tener que estar en la mesa porque no creo que ningún guerrillero vaya a entregar armas para irse a morir a una cárcel norteamericana, pero cada tema tiene su momento y su lugar”. Presidente Juan Manuel Santos.
Aunque ha estado presente en la Mesa de Negociaciones de La Habana desde el primer momento, y en teoría hace parte de la discusión del punto de la justicia transicional, la posible (o no) extradición de guerrilleros a Estados Unidos ha cobrado relevancia en los últimos días.
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Esto en parte se debe a que el principal tratado de extradición que tiene Colombia es con Estados Unidos, a que los principales jefes guerrilleros tienen pedidos de cortes de ese país (sobre todo por narcotráfico), pero sobre todo a que ahora que hay un designado de la Casa Blanca acompañando el proceso de Cuba, el tema se puede tratar directamente con los actores principales del acuerdo.
Respecto a esto –situación ‘Simón Trinidad’ de por medio– hay que tener tres aspectos claros.
Primero: Bernard Aronson, el enviado de Barack Obama a Cuba, no interferirá en el proceso de negociación, por lo que los miembros de la comisión de las Farc, aunque eventualmente pueden conversarlo de manera ‘informal’, no podrán terciar con él para llegar a un acuerdo en ese sentido.
Segundo: el acuerdo de extradición con Estados Unidos es político y no jurídico por lo que, en últimas, el que decide a quién se extradita o no es el presidente, en este caso, Juan Manuel Santos.
Y tercero: las Farc, dentro de su insistente discurso de que no pagarán “ni un minuto de cárcel” no contemplan ser juzgados por cortes norteamericanas y terminar en prisiones de ese país, como le pasó a los exjefes paramilitares tras su desmovilización en el gobierno de Álvaro Uribe.
En ese sentido, para el exconsejero Presidencial de Paz Carlos Eduardo Jaramillo, “ahora, con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos al proceso de paz y el delegado especial que enviaron, queda en evidencia que el tema grueso con no solo son las drogas, sino también las demandas de extradición que tienen contra la cúpula de las Farc”, por lo que Santos “debe iniciar esta gestión para lograr que las Farc acepten alguna forma de justicia transicional, con la tranquilidad de que no van a parar en los Estados Unidos”.
En manos de Santos
Entonces, gran parte de lo que pase con la extradición, dependerá de lo que haga Santos, quien deberá plantear, a través de su equipo negociador en Cuba, una opción para que dentro de los acuerdos de La Habana se defina si se envían o no guerrilleros a Estados Unidos cuando finalice el proceso de paz.
Al respecto, este martes, durante su visita de Estado a España, el presidente dijo que esta es una discusión necesaria, pero que por ahora no ha habido ningún tipo de acercamiento en ese sentido con la Casa Blanca.
“Es un tema que eventualmente va a tener que estar en la mesa porque no creo que ningún guerrillero vaya a entregar armas para irse a morir a una cárcel norteamericana, pero cada tema tiene su momento y su lugar”, aseguró el mandatario.
“Cuando lleguemos al final del proceso me corresponderá a mi plantearle a las autoridades norteamericanas una solución a este tema que es complejo, difícil, pero que debe ser resuelto para buscar un proceso de paz exitoso”, agregó Santos.
Las declaraciones las dio apenas un par de días después de que asegurara en una entrevista que podría interceder ante los organismos internacionales para que los guerrilleros de las Farc no tengan que ser extraditados.
“Ellos van a preguntar ¿qué va a pasar con nosotros, nos van a extraditar? Y yo tengo que decirles: pues vamos a buscar la forma para que no. En el fondo la justicia no puede ser un obstáculo para la paz”, dijo en ese momento.
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