La noche del pasado domingo 16 de junio fue la última para María Ismelda Morales Marín, de 34 años, quien murió luego del ataque de un sicario en Tuluá (Valle del Cauca).
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Aunque fue trasladada a un centro hospitalario, la mujer falleció mientras recibía atención médica especializada.
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¿Qué pasó? Gracias a los testimonios de familiares de la víctima, las investigaciones preliminares dan cuenta de que Morales Marín era víctima de una extorsión.
Un grupo delincuencial de la ciudad le cobraba una cuota o ‘vacuna’ a cambio de no atentar contra el bar que ella administraba y donde recibió el ataque.
Al parecer, la mujer no accedió a las peticiones y los delincuentes optaron por acabar con su vida.
Por lo pronto, la Fiscalía está investigando los móviles y los responsables de este homicidio.
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