Cali

La Castilla: tres días con la montaña en llamas

150 bomberos trabajaron por turnos para atender la emergencia. El incendio ya fue extinguido.

La tarde del sábado 2 de febrero, vecinos de Santa Isabel, San Fernando, Junín y otros barrios del centro y occidente de Cali notaron cómo sus casas se empezaban a llenar de ceniza. Quienes tenían vista hacia la cordillera pudieron descifrar el horror: parte de la montaña estaba cubierta de humo. Aunque no se veían las llamas, era señal ineludible de un incendio.

Quizás un poco antes de que la naturaleza hiciera el aviso puerta a puerta, los bomberos ya estaban enterados de la situación. A las 2:41, una llamada a la sala de emergencias había reportado el fuego. “Incendio forestal / Corregimiento La Castilla sector Los Limones”, lo transcribió un bombero. Hacia el sitio salieron 12 de sus compañeros.

El incendio forestal que inició el pasado viernes en el corregimiento La Castilla es el más grande que ha tenido Cali por lo menos desde el 2012, como lo indican los informes del Cuerpo de Bomberos Voluntarios. Destruyó 140 hectáreas de bosque seco, área equivalente a 160 canchas de fútbol como la del Estadio Pascual Guerrero.

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En el segundo lugar de esta escala de destrucción está el incendio en el cerro Los Cristales, que el 31 de agosto del 2018 quemó 118 hectáreas de la montaña donde está el monumento a Cristo Rey y causó un daño ambiental que podría tardar 15 años en ser reparado, según lo explicaron en ese momento funcionarios de la CVC y el Dagma.

En La Castilla, a las 5:00 de la tarde del sábado, la labor incansable de 26 bomberos había logrado que las llamas no llegaran a 10 viviendas que estaban en peligro. Minutos más tarde, el capitán Roberto Duque dio el primer reporte: “Estamos haciendo un ataque directo porque las condiciones del terreno no permiten el ingreso de maquinaria. Tenemos un fuerte viento que nos dificulta el control”, dijo.

El día finalizó con 46 hombres combatiendo el fuego con el viento en contra y 30 hectáreas incineradas.

El lugar en el que el sol cobra vida

Los registros demuestran que La Castilla es un blanco frecuente de incendios. El viernes 25 de enero, ocho días antes de esta última conflagración, el sector Las Brisas sufrió un incendio que pudo ser extinguido dos días después y que afectó 50 hectáreas. De esa emergencia quedó una foto que se convirtió en símbolo de valentía y amor: una bombero cargando un cachorro que había rescatado de las llamas.

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Cuatro años atrás, el 8 de diciembre del 2015, otro incendio en la vereda Las Palmas, del mismo corregimiento, acabó con 50 hectáreas y puso en riesgo cuatro viviendas y un negocio. Pero el fuego se había amañado en esa montaña desde antes: el 28 de agosto del 2012 se quemaron otras 50 hectáreas en el sector Los Limones, el mismo que se volvió a encender este fin de semana.

La mañana del domingo 3 de febrero, cuando los bomberos estaban en La Castilla apagando los últimos puntos calientes, sucedió lo indeseable. Por la fuerza del viento, las llamas empezaron a extenderse por un costado. A las 10:30, cuando se completaban 48 hectáreas perdidas, llegó el helicóptero de la Fuerza Aérea con el bambi bucket¸ una especie de recipiente que permite hacer descargas de agua desde el aire.

“El incendio ya dio la vuelta y llegó por los lados del colegio La Presentación, Alto Aguacatal. En un frente estamos trabajando con agua. Este incendio está muy grande”, dijo a las 8:00 de la noche el teniente Alberto Hernández.

Nueve descargas. 120 hectáreas destruidas. Fin de la jornada. La montaña seguía ardiendo.

Tres por día

Entre el 1 de enero y el 4 de febrero del 2019, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cali ha atendido 107 incendios forestales, un promedio de tres por día. Algunos han sido tan pequeños como el que hubo ayer en el barrio Ciudad Córdoba, en el que se quemaron 50 metros cuadrados de pasto y basuras, y otros resultan tan grandes como el de La Castilla, que tres días después de haber iniciado continuaba representando riesgo.

“Nos encontramos en la punta del incendio, este es el frente y está tomando rumbo a la parte alta de La Castilla donde hay una quebrada y unos nacimientos de agua. Necesitamos el apoyo del helicóptero porque los arbustos están muy altos y no se puede trabajar con batefuegos”, añadió el teniente John Fitzgerald a las 10:00 de la mañana del lunes, casi 44 horas después de iniciadas las llamas.

El teniente Fitzgerald estaba en una zona a la que no llegaban los vehículos con agua y entonces sus compañeros tenían que ‘asfixiar’ las llamas con una especie de pala flexible y de mango largo. A las 11:33, el bambi bucket hizo su primera descarga. Poco después de las 4:00 de la tarde llegó el mensaje que todo Cali había estado esperando: la situación estaba controlada.

Empezó en ese momento una fase de enfriamiento y vigilancia de la montaña. El martes, el fuego quiso cobrar vida de nuevo pero lo hizo en unos puntos en los que la vegetación ya estaba tan quemada que le era imposible propagarse. En una finca del corregimiento se quemó una hectárea de terreno, aunque esto no fue una amenaza para el gran incendio que ya era parte del pasado.

Si bien no hubo pérdidas humanas, los daños en el ecosistema permiten extender las cuentas: serpientes, ranas, variedad de aves, zarigüeyas, ratones silvestres, armadillos y guatines terminaron rostizados o desplazados de sus hábitats. En las fotografías virales que dejó la conflagración hay varias en las que los bomberos sostienen serpientes achicharradas.

Sobre las causas, se ha hablado de una quema de basuras en la parte baja de la montaña que se salió de control. De acuerdo con el sargento Édgar Hoyos, coordinador del Centro de Telemática de los Bomberos de Cali, es muy difícil determinar las causas y el punto de origen de los incendios forestales. Sin embargo, su experiencia y la de sus compañeros de servicio indican que casi siempre hay personas relacionadas con esta clase de accidentes.

“Tirar un fósforo encendido, que por coincidencia caiga en un charco de gasolina y se inicie un incendio es algo que solo se ve en las películas. Es atípico que un incendio forestal inicie solo, tiene que haber alguna acción humana: quemas controladas que se salen de control, fogatas en zonas verdes, intentos de invasión, etc. Lo grave de estos incendios es que el viento los expande muy rápido”, dijo el sargento Hoyos.

El incendio en cifras

  1. 150 bomberos trabajaron por turnos durante los tres días para atender la emergencia.
  2. 3 de ellos resultaron lesionados con quemaduras leves o problemas respiratorios, pero se encuentran a salvo.
  3. 25 vehículos fueron utilizados: máquinas extintoras, carrotanques y ambulancias.
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