La noche que asesinaron al teniente Duver Daza, jefe del esquema de seguridad de la gobernadora del Valle del Cauca, un hombre ingresó por el área de Urgencias del HUV con una herida de bala en la espalda.
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Una vez reconstruidos los hechos en los que falleció el uniformado de la policía, los investigadores establecieron que se había presentado un cruce de disparos ante un intento de hurto de la moto del teniente y que este había impactado a uno de los atracadores.
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Por eso fue que el sujeto herido en el HUV, identificado como Carlos Andrés Díaz Velasco, se convirtió en sospechoso. Una indagación del pasado judicial de alias ‘Caliche’ comprobó que el hombre presentaba antecedentes por hurto y tráfico de armas, y que tenía detención domiciliaria.
«Las pruebas de balística demostraron que la ojiva, alojada en su cuerpo y extraída por los médicos del hospital, corresponde al arma disparada por el Teniente Daza en su reacción contra los presuntos ladrones», dijo la Fiscalía en un comunicado.
Este fue el argumento para capturar a ‘Caliche’ el pasado martes en la noche, cuando salía del Hospital Universitario del Valle.
Aunque en las audiencias preliminares no se allanó a los cargos, será procesado por los delitos de homicidio agravado en concurso con fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, accesorios, partes y municiones, en concurso con hurto calificado y agravado.
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No cumplen la medida
Según el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Andrés Villamizar, en Cali hay más de 4000 personas aseguradas con detención domiciliaria y casi la mitad viola esta medida.
«Hemos hecho unos controles muy estrictos en los barrios críticos y hemos encontrado un porcentaje cercano al 40% que incumple la medida. Los casos recientes ponen de manifiesto las debilidades estructurales del sistema judicial», dijo Villamizar.
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