Gracias a un trabajo de la Fiscalía y el Gaula, 23 bienes de alias ‘Porrón’, cabecilla de los Rastrojos capturado en el 2015, fueron sometidos al proceso de extinción del derecho de dominio.
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Se asume que estas propiedades habrían sido compradas con el dinero de la organización delincuencial, cuyas actividades ilegales habían quedado en cabeza de ‘Porrón’ desde el 2011.
Tras su captura, el delincuente acudió a familiares y amigos que le sirvieron de testaferros para poner a sus nombres 18 bienes inmuebles, 4 vehículos y 1 establecimiento de comercio.
Estos bienes están avaluados en $60 mil millones y fueron adquiridos por el mismo ‘Porrón’ o ‘heredados’ luego de otras capturas de cabecillas de los Rastrojos.
¿Cómo los descubrieron?
Andrea Malagón, directora especializada de extinción de dominio de la Fiscalía, explicó que las sospechas comenzaron cuando gente cercana al delincuente apareció con propiedades muy costosas.
«Estas personas no tenían capacidad económica para adquirir estos bienes y como consecuencia se infiere que hacen parte de esta organización criminal», dijo Malagón.
Las propiedades incautadas se ubican en Armenia, Pereira, Anserma (Caldas) y Jamundí, Tuluá, El Cerrito y Palmira (Valle del Cauca).
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Entre los predios hay casas de recreo en la zona rural, una peluquería y viviendas en sectores campestres y exclusivos, como en la que fue detenida Porrón hace tres años.
Muchos de esos espacios habrían sido utilizados por los cabecillas de la organización para esconderse, ocultar armas y estupefacientes o enterrar a varias víctimas de asesinatos, según algunos testimonios.
En el proceso de la búsqueda de restos humanos intervendrán otras organizaciones como la dirección de Derechos Humanos y de Justicia Transicional.
Por el momento, la Fiscalía no ha encontrado bienes de ‘Porrón’ en el exterior.
En lo que va del 2018 se han realizado más de 70 operaciones con fines de extinción del derecho de dominio cuyos bienes rondan los $2 billones.
¿Quién es’Porrón’?
Su nombre original es Óscar Darío Restrepo Rosero y en el año 2011 quedó encargado de las actividades ilegales de los Rastrojos, que además del tráfico de estupefacientes incluían extorsiones, desplazamiento forzado y homicidios selectivos.
Aunque en un principio se habría desempeñado como campanero, llegó a ser el jefe de la organización y uno de los delincuentes más buscados por las autoridades.
Desde el 2005, los Rastrojos asumieron el control de los cultivos de coca y la producción de droga entre el Valle del Cauca y el Eje Cafetero.
Restrepo Rosero fue denunciado públicamente en el 2014 por Faustino ‘El tino’ Asprilla, quien lo acusó de las exigencias económicas y amenazas de muerte que recibió en su finca de Tuluá.
En febrero del 2015 lo capturaron en una lujosa vivienda de Jamundí, sur del Valle del Cauca. Allí le encontraron un altar con la Virgen de Guadalupe, Jesús y la biblia.
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