Las dudas sobre la candidatura presidencial que apoyaría la gobernadora del Valle con su movimiento Nueva Generación, que completa más de una década y se ha consolidado como la colectividad política del Partido de la U más importante del Valle del Cauca, se despejaron esta semana cuando los congresistas Roosevelt Rodríguez y José Ritter López confirmaron su adhesión a la campaña de Germán Vargas Lleras.
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Rodríguez y López, miembros de la bancada de Dilian Francisca Toro, fueron elegidos el pasado domingo como senadores de la República. A las curules alcanzadas por Nueva Generación se le suman tres en la Cámara de Representantes del Valle, toda vez que el Partido de la U obtuvo cuatro lugares en la Cámara pero uno de ellos fue para John Jairo Hoyos, quien simpatiza con la línea de Roy Barreras.
El apoyo a la candidatura de Vargas Lleras es tan fuerte que los senadores aseguraron que, en caso de que otros congresistas del partido optaran por apoyar a candidatos como Duque o De la Calle, pedirán quedar en libertad para seguir secundando al candidato de Cambio Radical. Esta decisión surgió luego de que se conociera la noticia de que varios congresistas del Partido de la U, sobre todo en la costa Caribe, se inclinaban por el Centro Democrático.
Sin embargo, el aval del movimiento Nueva Generación a la campaña de Germán Vargas Lleras no toma por sorpresa a los analistas del departamento. Para el politólogo Carlos Arango, apoyar a este candidato siempre consistió en la opción más clara para la gobernadora del Valle luego del distanciamiento que tuvo con el uribismo y la cercanía con Vargas Lleras, quien fue su compañero en el Senado de la República.
“Con la adhesión de Dilian a Vargas Lleras va a haber una sinergia de derecha para el Valle. En el año que le queda a la gobernadora, cuando ya el congreso se haya posicionado, va a aprovechar toda su capacidad de negociación con el Gobierno Nacional para obtener todos los recursos que le hacen falta y potenciar su plan de desarrollo en la región. A fin de cuentas, uno de sus grandes intereses es fortalecer su movimiento político a nivel nacional”, dice Arango.
El poder que ostenta el movimiento de Toro se confirma con los resultados que han obtenido sus candidatos en las últimas elecciones legislativas y los que ella misma alcanzó en el 2015, cuando conquistó el liderazgo del departamento con más de 500 mil votos, mientras que su contrincante más fuerte, el hoy representante a la Cámara por el Centro Democrático Christian Garcés, obtuvo cerca de 355 mil.
Para no ir tan lejos, su competencia directa en el Partido de la U, Roy Barreras, logró solo una curul en el Congreso aparte de la propia. En cuanto a la fragmentación de los partidos, esto pareciera no ser un fenómeno exclusivo del que apoya al actual presidente de la República. Según una investigación del Observatorio Cali Visible, de la Universidad Javeriana, para las elecciones del Concejo en el 2016 había ocho partidos y 23 subunidades al interior de estos.
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“Para hablar de un apoyo del Partido de la U a Vargas Lleras tendría que suceder que todos sus miembros, en medio de la fragmentación, acordaran apoyarlo. En ese caso, Dilian y Nueva Generación ganarían a costa de otros contendores. En Colombia, lamentablemente, ya no existe la etiqueta de ‘partido’ por las múltiples figuras electorales internas”, cuenta Lina María Orozco, politóloga y coordinadora del Observatorio Cali Visible.
¿Podría asumirse entonces que las más de 350 mil personas que votaron por los candidatos al Senado y a la Cámara que avalaba Dilian Francisca Toro se convierten automáticamente en caudal electoral para Germán Vargas Lleras luego de que Nueva Generación anunciara el apoyo a esta candidatura? Juan Pablo Milanese, jefe del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Icesi, considera que no se trata de un asunto lineal.
Según el experto, la votación por los candidatos al Congreso no se reproduce de la misma manera para un candidato presidencial. Dicho de otro modo, esos 350 mil votantes que apoyaron a la bancada de Dilian en las elecciones legislativas podrían dividir sus votos entre los distintos candidatos a la Presidencia de la República el próximo 27 de mayo, aunque se intuye que un alto porcentaje de ellos optará también por Vargas Lleras.
“El apoyo de Toro a Vargas Lleras implica que ella va a poner toda su estructura política dentro del departamento al servicio de la elección. Es claro que no va a movilizar la misma cantidad de votos que movilizó en la elección legislativa, pero movilizará una cantidad importante a cambio de espacio en un eventual gobierno de Vargas Lleras, es decir, sus dirigentes van a tener un lugar dentro del aparato estatal y podrán conseguir recursos políticos”, argumenta Milanese.
Presunta conveniencia fiscal
A finales del 2017, la actual senadora y candidata a la vicepresidencia Claudia López hizo una denuncia en la que aseveraba que el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, agilizaba únicamente los procesos contra rivales políticos de Cambio Radical y frenaba los de sus aliados. Según López, en este último grupo se encontraría el caso de la gobernadora del Valle, quien tiene en curso una investigación por lavado de activos.
Por este motivo, algunos de los opositores de Dilian Francisca se atreven a asegurar que el apoyo a la candidatura presidencial de Vargas lleras obedece a intereses fiscales, es decir, pretende que sus investigaciones sean archivadas en caso de que el candidato llegue a la presidencia. “El fiscal es cuota política de Vargas Lleras. Probablemente exista algún interés, pero no puede decirse que el apoyo es exclusivamente por eso”, dice Milanese.
Por su parte, el politólogo Carlos Arango puntualiza que se trata de una especulación: “La justicia colombiana no ha encontrado evidencia de que Dilian haya cometido un delito real. Lo que a ella le interesa es tener una independencia como gobernadora. Ha logrado sentar un precedente como una buena ejecutora del gasto y tiene unas redes políticas muy fuertes que se han tejido por años. Es clarísimo que más adelante va a aspirar presidenta de Colombia”.
