Tras el hallazgo de 112 puntos críticos por la contaminación con residuos sólidos como escombros, muebles y enseres, restos de alimentos, animales muertos, entre otros, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos Municipales UAESPM y otros entes gubernamentales pondrán en marcha una estrategia conjunta que busca mitigar la problemática desde distintos frentes.
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Y es que el 2017 cerró con un promedio de 1900 toneladas de residuos sólidos producidos cada día por los caleños, cifra que años anteriores se sostenía en 1700 toneladas. Dicho de otro modo, si estos desechos se comprimieran, cada día del 2017 se hubieran podido llenar 60 contenedores de tamaño estándar con la basura sólida que producen los habitantes de la capital vallecaucana.
De acuerdo con Rubén Olarte, director de la UAESPM, la acción fundamental será el fortalecimiento del área jurídica para que los procesos sancionatorios tengan una mayor agilidad. En entrevista con PUBLIMETRO, Olarte habló de los frentes desde los que se abordará la situación, que incluyen acciones pedagógicas y de cultura ciudadana.
En la nueva estrategia habrá una participación más fuerte de la Policía, ¿en qué consistirá?
Se trata de una estrategia integrada: además de fortalecer el área jurídica para que los procesos culminen con una sanción efectiva, los inspectores de Policía darán un tratamiento prioritario a los temas de contaminación con residuos sólidos, que son infracciones al código nacional de la institución. También se van a implementar operativos para poner comparendos en tiempo real y seguiremos contando con el apoyo del drone para vigilar desde el espacio aéreo.
Además de las multas, ¿qué acciones pedagógicas se efectuarán?
Los operadores de aseo van a mejorar la información a la comunidad en cuanto a horarios y frecuencia. Por otro lado, a través de los gestores ambientales, el Dagma y la Secretaría de Paz darán apoyo en el proceso de erradicación de puntos críticos. Finalmente habrá otra estrategia de carácter social para trabajar con los habitantes de calle y lograr que no rieguen las bolsas de residuos antes de que las recoja el carro recolector.
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¿Cuáles son los puntos críticos de contaminación con residuos sólidos?
Hay muchos. Uno de los más críticos ha sido siempre la galería de Santa Elena y todo el corredor de la 26 desde la Carrera 8 hasta la avenida Simón Bolívar. La Circunvalar por los lados de La Nave y Siloé es otro de los basureros crónicos, al igual que la avenida Ciudad de Cali. Esta última ya nos tiene muy preocupados, falta cultura ciudadana y una acción más fuerte de las autoridades de control y vigilancia.
En esta nueva estrategia, ¿qué papel tendrán los recicladores de oficio?
Con ellos estamos organizando rutas selectivas. Ya tenemos más de 500 recicladores con rutas que les permiten hacer eficiente su trabajo, pesar en sitios autorizados lo que recogen y cobrar la tarifa de aprovechamiento de acuerdo con la nueva norma. Han recuperado la confianza en la Alcaldía y estamos a punto de poner a funcionar una estación de clasificación y aprovechamiento que estará al servicio de ellos.
¿A qué se debe que muchos caleños hagan una mala disposición de los residuos sólidos?
Pienso que hay un problema de cultura: por sentido común, los ciudadanos saben que no deben sacar los residuos sólidos a los separadores viales o a las esquinas en horas distintas al paso del camión recolector. También hay desconocimiento de las obligaciones que tienen como generadores de residuos, pues si producen más de 1 m3 de desechos a la semana deben reportarle el caso al operador para que les presten un servicio especial con costo adicional. Lastimosamente muchas veces prefieren pagarle un habitante de calle para que lleve esos residuos a sitios no autorizados.
¿Qué pueden hacer quienes deseen botar un colchón, un mueble u otro objeto que el carro de basura no se lleva?
En esas situaciones, la solución es llamar a la línea 110 y solicitar una recolección programada sin costo adicional al que se paga en la factura de servicios públicos. En caso de que los residuos excedan el metro cúbico cada semana ya se convierte en un servicio de aseo especial, que sí tiene costo.
Además de afear la ciudad, ¿qué otras implicaciones tienen estos puntos críticos?
Aparte de afectar la autoestima de los ciudadanos porque a nadie le gusta vivir cerca de un basurero, desde el punto de vista ambiental tiene efectos sobre la calidad del aire porque empiezan a flotar virus y bacterias resultantes de los residuos mal dispuestos. Desde lo urbanístico, no hay asunto más lamentable para una ciudad que verse plagada de basuras.
¿Qué sucede con los residuos sólidos que se recogen de manera legal?
Los operadores los llevan a una estación de transferencia en Palmaseca y allí, en unos vehículos de mayor capacidad, se trasladan al relleno sanitario de Yotoco. En el caso de los escombros, la mayoría están siendo llevados a Puerto Tejada, donde hay sitios habilitados para esta actividad. A los residuos de gran tamaño, como muebles y enseres, se les aplica una técnica de aplastamiento y destrozo para facilitar su descomposición.
Por falta de cultura ciudadana, la acción principal será entonces fortalecer las sanciones…
Sí. En el tema de mala disposición de residuos, por ejemplo, el Código de Policía tiene multas que llegan hasta $787 mil. Queremos hacerle un llamado a toda la ciudadanía para que colabore con las autoridades en la aplicación de los procesos sancionatorios. Que entienda que estas están para cumplir su deber y para hacer respetar el derecho colectivo a un ambiente sano y a una ciudad limpia.