El lunes pasado, en el preciso momento en el que ocurrió la explosión que dejó 22 víctimas mortales, Lisa Bridgett estaba hablando por teléfono. De acuerdo con la BBC, una tuerca el artefacto explosivo salió con dirección a ella, perforó el teléfono, atravesó su mejilla y se quedó en su nariz.
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Lo más grave que le pasó a una mujer fue que perdió un dedo por el fuerte impacto, pero su rostro se pudo salvar gracias a que el iPhone sirvió de amortiguador y disminuyó la velocidad de la tuerca que pudo haber quedado incrustada en su cerebro.
«Esto parece un poco gráfico, pero al final del día, es real. Lisa tendrá una recuperación completa, aunque no creo que su dedo vuelva a crecer», dijo el esposo de la afectada.
Lisa tuvo que ser sometida a dos cirugías, pues la explosión también le afectó un tobillo y una pierna que por fortuna ya se encuentran a salvo.