Desde finales del 2015, los integrantes del resguardo Triunfo Cristal Páez decidieron usar su autoridad indígena para restringir el acceso al Páramo Las Tinajas en el municipio de Florida, Valle del Cauca. Hasta el momento van 15 meses en los que la guardia indígena recorre el lugar día y noche para protegerlo de posibles intrusos.
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No obstante, en una reunión con la Secretaría de Cultura y Turismo de Florida y un operador turístico del departamento, autoridades del cabildo mostraron disposición a crear propuestas sostenibles para reabrir el lugar y permitir que se realice un turismo responsable.
Raquel Trujillo Mestizo, gobernadora indígena del resguardo, afirmó que la reapertura debe hacerse poco a poco: “todavía no vamos a habilitar el páramo, pero sí otros sitios en la parte inferior que son muy atractivos para los turistas como la chorrera de Los Patos y otros senderos cercanos”.
Por su parte, los miembros de la administración municipal ofrecieron su apoyo a la comunidad para identificar los atractivos turísticos y las posibles rutas con el fin de incluirlas en la oferta del municipio.
Los males del páramo
Muchos floridanos y visitantes pusieron queja cuando se enteraron de la decisión de los indígenas sobre el acceso al páramo. Sin embargo, el resguardo estaba seguro de que esa era la ruta si pretendían continuar con la preservación de su madre naturaleza.
Al principio los afectaba mucho la presencia de grupos armados, puesto que la zona era considerada un corredor estratégico. En ese tiempo, claro, el turismo era algo inexistente por el riesgo que representaba adentrarse en dicho territorio.
Más adelante, cuando la guerra dio tregua, los indígenas decidieron abrir el Páramo Las Tinajas al turismo pero se convirtió en un sitio muy atractivo para visitantes poco responsables que con su paso destruían el ecosistema, dañaban la vegetación y dejaban todo tipo de basuras.
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Uno de los aspectos importantes a la hora de crear propuestas sostenibles es estudiar la capacidad de carga de la zona, es decir, cuántos turistas pueden subir al mismo tiempo para no ocasionarle daños al ecosistema.
“Los turistas subían y luego a la guardia indígena le tocaba limpiar todo el desorden que dejaban. Llegamos a encontrar hasta condones, entonces no nos pareció justo que trataran a la madre naturaleza de esta forma. Cuando uno no la respeta, ella se enoja”, asegura Raquel.
Además de los visitantes incautos, a finales del 2015 los indígenas descubrieron que se estaba construyendo una carretera “a pica y pala” para comunicar los departamentos del Tolima y Valle del Cauca, y que justamente atravesaba el páramo y afectaba humedales, vertientes y nacimientos de agua.
Cuando creyeron haber logrado detener la obra, se llevaron una nueva sorpresa: en el día veían avances, pero no trabajadores. Los obreros estaban laborando en las noches. Esto requirió un refuerzo de la guardia indígena, que gracias a su autoridad podía detener a estas personas y entregarlas a la justicia ordinaria.
No obstante, hay otros ‘megamales’ que ponen en riesgo al páramo. Se trata de los megaproyectos con interés en el territorio, entre los que están la explotación minera, la construcción de una carretera que conecte la Orinoqía con el Pacífico y la construcción de redes eléctricas.
“Nosotros estamos exigiendo que el páramo Las Tinajas sea reconocido por el gobierno nacional, pues es el único páramo de la zona que aún no cuenta con ese reconocimiento y por eso se han intentado hacer todos estos megaproyectos que lo único que hacen es acabar con el ecosistema”, añadió la gobernadora.
A principios del 2017, el gobierno nacional delimitó el vecino Páramo Las Hermosas para preservar el agua, ya que de él dependen más de 900 mil personas que se beneficial del líquido vital. Actualmente, 21 de los 37 páramos del país están delimitados.
Oferta en caso de un sí
Si todas las cosas salen bien y los miembros del resguardo Triunfo Cristal Páez encuentran alternativas que no afecten la naturaleza y ayuden al desarrollo de la comunidad, el Páramo Las Tinajas (inicialmente sus alrededores) ingresará a la lista de los atractivos turísticos y ecológicos del Valle del Cauca.
Atendidos por los indígenas que han hecho toda su vida ahí, los turistas podrán conocer el ecosistema y adentrarse además en la cultura de los Nasa con el conocimiento de su gastronomía, lengua, artesanías y costumbres.
De Cali, la empresa Viajes CHE ha sido pionera en crear propuestas de turismo responsable para compartir con la comunidad indígena de Florida, apoyándose en experiencias que ha tenido con otras comunidades en el Cauca y el Valle del Cauca.
Por lo pronto, el próximo viernes 28 de abril se realizará una feria gastronómica y cultural organizada por los indígenas en las intermediaciones del páramo, con el fin de que los turistas se acerquen un poco a la cultura y puedan crear lazos que los inviten a respetar la comunidad y proteger el ambiente.