Las escuelas de formación de BMX de Bogotá comenzaron a reactivarse tras cinco meses de zozobra en los que sus propietarios se vieron obligados a buscar todo tipo de alternativas para mantener viva la práctica de uno de los deportes que más oros olímpicos ha dado a Colombia.
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A pesar de que esta disciplina fue catalogada por los ministerios del Deporte y de Salud como una disciplina de alto riesgo de contagio de la COVID-19, el mes pasado comenzaron a abrir paulatinamente las pistas.
Una de ellas es el W1 BMX Club, un escenario privado situado fuera de Bogotá en donde se entrenan niños desde dos años que sueñan con tomar en el futuro la posta de Mariana Pajón, bicampeona Olímpica, de Carlos Oquendo y Carlos Ramírez, ganadores del bronce en Londres 2012 y Río 2016, respectivamente.
«Fueron cinco meses muy fuertes en donde inicialmente tratamos de hacer una adaptación virtual pero el deporte definitivamente es exactamente esto, es un deporte que es al aire libre», expresó a Efe Santiago Silva, director del W1 BMX Club.
Aseguró que para este deporte se necesita una bicicleta. Y recordó que «no todos los niños tienen un espacio en la casa para usar una».
«Inicialmente el primer mes y el segundo, algo pudimos lograr con clases virtuales pero ya fue muy largo y definitivamente no pudimos aguantar. Afortunadamente ya en septiembre logramos abrir con todo el tema de protocolos», explicó.
Desde entonces los niños y sus padres están yendo a la pista con sus coloridos uniformes y cascos para tratar de adaptarse a las nuevas condiciones impuestas por las autoridades para prevenir los contagios de COVID-19.
Reactivación del BMX en Bogotá
Entre esas exigencias están las medidas de distanciamiento social, el lavado constante de manos y la reducción del número de personas que están en la pista entrenando o acompañando.