Reflexiones sobre el transporte escolar en tiempos de pandemia

“Él, “Fabito”, me mandó una carta que le quiere mandar al Presidente o a la ministra de Transporte con la intención de que se la corrigiera, pero yo me tomo el atrevimiento de publicarla hoy para ustedes pues no sólo me parece una maravillosa reflexión, sino que es el reflejo de uno más de cientos de miles de colombianos que no han podido darle vuelta a esta crisis económica que vivimos”: Alejandro Pino Calad

Mi papá es conductor y me llena de orgullo escribirlo. Hace casi 30 años él, un ingeniero metido en una crisis económica, le apostó junto a su esposa al negocio del transporte escolar, se endeudó, se compró una camioneta, se capacitó y estableció un negocio independiente que le ha permitido sacar adelante a mis dos hermanos. Todas las mañanas hacía sus rutas escolares, y siempre me alegraba verlo pitarme y saludándome sonriente cuando nos cruzábamos en alguna parte de la carrera Séptima mientras yo iba a la oficina y él iba en su camioneta llena de niños que le dicen «Fabito»hacía el jardín infantil en el que prestaba sus servicios de conductor. Y escribo en pasado, porque como muchos otros trabajadores independientes llegó la pandemia y ya lleva cuatro meses con su medio de sustento parqueado.

Él, «Fabito», me mandó una carta que le quiere mandar al Presidente o a la ministra de Transporte con la intención de que se la corrigiera, pero yo me tomo el atrevimiento de publicarla hoy para ustedes pues no sólo me parece una maravillosa reflexión, sino que es el reflejo de uno más de cientos de miles de colombianos que no han podido darle vuelta a esta crisis económica que vivimos.

Sin más, les dejo la carta de mi papá al presidente de la República y la ministra de Transporte, la confesión sincera del conductor de transporte escolar, de «Fabito», que él mismo tituló: «Reflexiones sobre el transporte escolar en tiempos de pandemia»:

«Los transportadores escolares independientes estamos olvidados de las ayudas y beneficios que el Estado ha otorgado a gremios, empresas y a las personas menos pudientes en el país. No aplicamos para ningún tipo de subsidio o ayuda, pero necesitamos igual que cualquier persona tener ingresos para poder seguir adelante, sobrevivir económicamente y poder cumplir con nuestras familias y empleados.

Reinventarnos para nosotros no es nada sencillo, tenemos vehículos listos para transportar niños que, según parece, no van a volver a los colegios por el momento, y en caso de que vuelvan el transporte por los protocolos se reducirá al 35% de los pasajeros, incluso puede que menos debido a que los papás pueden decidir no enviar a sus niños al colegio.

Por mi parte, tengo listos mis dos vehículos contando con los protocolos para trabajar con los niños, y si es necesario el transporte de personas para empresas que lo requieran; pero llevo tratando de buscarle trabajo a mis vehículos desde abril y no ha sido posible conseguir algo que sea estable para continuar vigente en el transporte.

Esta situación, creo yo, la estamos viviendo más de 15 ó 20 mil familias que nos dedicamos al transporte escolar y vivimos de nuestros vehículos, así sea que estemos afiliados a empresas de transporte especial, a las cuales les pagamos rodamiento y que en el momento no nos pueden colaborar con nada por la situación de la pandemia. La verdadera fuente de ingresos para nosotros son los padres de familia de los niños que transportamos a sus colegios, realmente estas empresas solo nos dan un extracto de contrato para poder trabajar.

Si la educación en el país va a seguir de modo virtual, nosotros no vamos a tener trabajo y si ya estamos en apuros financieros o casi en la quiebra por falta de ingresos, necesitamos de alguna forma una ayuda real del gobierno para poder sobrevivir o por lo menos que nos ayuden para transportar empleados de empresas oficiales o privadas y así contribuir para que no haya aglomeraciones en el transporte público y colaborar para que el virus no se expanda más en la ciudad.

De todas formas, nuestra situación es insostenible y si no nos ayudan estaremos destinados a la quiebra y el hambre.

FABIO PINO DURAN»

Mi papá ya le mandó la carta por correo electrónico a quienes él considera que la deben leer, pero yo espero que esta vitrina le sirva a él, y a los miles de transportadores independientes que están en el limbo.

@pinocalad

 

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