La capital avanza con la renovación de la flota de las Fases I y II de TransMilenio, que representa el 70% de los buses del componente troncal.
PUBLICIDAD
En total, serán 1441 buses, entre articulados y biarticulados, los que reemplazarán la flota que empezó a rodar desde el año 2000 en la capital.
Para cumplir con esta meta, la Alcaldía de Bogotá, en cabeza de la Secretaría de Movilidad, inició este mes el proceso de chatarrización de los buses que serán desintegrados gradualmente a medida que ingresa la flota nueva y sale la antigua.
Según TransMilenio, este proceso no tiene costo para el Distrito, ni para los ciudadanos, ya que la desintegradora es quien asume los costos según el peso del vehículo, para luego reprocesarlo y convertirlo en componentes metálicos como varillas, alambres y en general material insumo para construcción.
Para lograr este proceso, se cuenta con la colaboración de diferentes actores como la Secretaría Distrital de Movilidad , los concesionarios de operación del Sistema que están terminando su operación y las empresas desintegradoras (Diaco y Sidenal).
El proceso
La desintegración física de vehículos, también conocida como chatarrización, consiste en la destrucción de todos los elementos y componentes del automotor. Este proceso no tarda más de una semana en un vehículo, sin embargo, por la cantidad de automotores a desintegrar, este proceso se extenderá por aproximadamente un año.
PUBLICIDAD
Para TransMilenio es de suma importancia realizar un acompañamiento al proceso de chatarrización, por la importancia que tuvo para el servicio que prestó a los bogotanos durante 19 años.
“Estos buses cumplieron claramente con un compromiso muy alto con la ciudad, realizaron 2.5 millones de viajes, diariamente, durante los últimos años y ya llegan al final de su vida útil”, expresó la gerente de TransMilenio, María Consuelo Araujo.
La importancia del cambio
Desde el inicio de la operación del Sistema de transporte masivo TransMilenio en el año 2000, no se había realizado un proceso de chatarrización de los buses articulados de manera formal.
Conforme a lo anterior, TransMilenio destaca que es vital para la capital la renovación de estos vehículos, debido a que ya se encuentran al borde del cumplimiento de su vida útil técnica, determinada por los fabricantes de los vehículos.
“Garantizamos nuestro compromiso con el medioambiente, para que estos vehículos no sigan rodando en ninguna otra ciudad; pero adicionalmente, buscamos que se puedan reutilizar algunas de las partes en proceso constructivos”, puntualizó Araujo.
Adicionalmente, resaltó que este trabajo traerá grandes beneficios en la calidad del aire, en la medida en que la flota que será chatarrizada de estándar Euro II, III y IV, será reemplazada por vehículos con tecnologías de bajas emisiones y amigables con el ambiente. Según lo estipulado, de los 1441 buses nuevos que muy pronto empezarán a rodar, 741 vehículos serán a gas natural con estándar Euro VI y 700 a diésel con filtro con estándar Euro V.
Video
Así avanza el proceso chatarrización de los buses viejos de TransMilenio
@AndresJester, #BuenasNoticias 👉🏽 Bogotá tendrá la flota más grande de buses eléctricos en América Latina. En un mes se abrirá la licitación para la Fase V del SITP. 👉🏽https://t.co/2VIgOvxnnN.
Mientras tanto nos despedimos de los buses que nos acompañaron por más de 18 años. 👇🏼 pic.twitter.com/i6iiAD20lW— Alcaldía de Bogotá (@Bogota) June 11, 2019