Mediante una investigación adelantada por la Policía de Infancia y Adolescencia, se logró poner tras las rejas a cuatro personas y aprehender a un menor de edad, dedicados al expendio de estupefacientes, en entornos escolares y parques de la localidad de Tunjuelito, en el sur de Bogotá.
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De acuerdo a las denuncias y a los seguimientos, estos sujetos se ubicaban en puntos estratégicos, a la hora del ingreso y salida de clases, con el propósito de atraer a los adolescentes y de vincularlos en el mundo de las drogas, para posteriormente instrumentalizarlos en el expendio.
Por la venta de estos alucinógenos, obtenían ganancias que oscilaban entre los 150 mil pesos diarios, pues además las vendían bajo la modalidad de domicilio, también utilizando menores de edad, tratando de evadir los controles de las autoridades. Los adolescentes que se rehusaban a participar en estas actividades ilícitas, eran agredidos e intimidados.
Como si fuera poco, reclutaban a menores para que golpearan a los niños que se negaban a comprar o a consumir los estupefacientes que ellos comercializaban.
Banda reclutaba menores para que le pegaran a los niños que se negaban a comprarles droga
En medio de las investigaciones se logró establecer el caso de un joven que fue delatado por la mamá.
El coronel Alex Vega, jefe de protección de la Policía de Bogotá, dijo que el menor “era instrumentalizado por el consumo de estupefacientes».
También aclaró que no hacía parte de la banda: «desafortunadamente cuando una persona se encuentra dependiente a un fármaco es sometida fácilmente», exaltó Vega.