A grandes rasgos, ¿cuál es el panorama de las víctimas del conflicto en Bogotá?
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Esa es una pregunta muy importante porque Bogotá es una ciudad receptora de víctimas. A nivel histórico es la ciudad que más víctimas por desplazamiento ha recibido y hoy en día es la segunda con el mayor número de víctimas residentes, pues hablamos de un poco más de 352.000.
Medellín está por encima de nosotros, pero es porque allá tienen índices más altos de generación de hechos víctimizantes y no tanto de desplazamiento, en eso somos los primeros. Bogotá tiene una particularidad y es que el 60% de las víctimas que residen en la capital se concentran en cinco localidades.
¿Cómo ha sido el ingreso y los procesos con las víctimas del conflicto en la ciudad después de la firma de los acuerdos de paz?
Aquí hay varias cosas por mencionar: la dinámica de las personas que llegan a la ciudad, que escapan un poco de esos hechos víctimizantes, se redujo a partir de noviembre de 2016 debido a la firma de los acuerdos y presentó un comportamiento moderado el año pasado.
Sin embargo, para febrero y marzo tuvimos un incremento inusual en el ingreso de número de personas que llegaban a solicitar servicios de ayuda inmediata humanitaria que les brindamos en el Distrito. En lo que va corrido de este mes aún no podemos hacer un análisis de ese comportamiento, pero todo parece indicar que en las últimas semanas las personas han estado más tranquilas y esto va relacionado a que ya pasaron las elecciones al Congreso.
¿Cuántas víctimas recibió Bogotá el año pasado?
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La cifra indica que 5000 personas llegaron a la ciudad en el 2017.
¿De qué zonas del país es de dónde más llegan víctimas a Bogotá?
En el último año el mayor número de víctimas llegaron del Chocó, Cauca y del Catatumbo. Bogotá ha recibido históricamente víctimas de Tolima, Huila, el Pacífico y un poco del norte del país.
¿Cómo han fortalecido esa atención inicial a las víctimas?
Hemos ampliado la cobertura territorial, por eso tenemos los Centros Locales de Atención a Víctimas, CLAV, tenemos un punto en el Terminal de Transportes y el año pasado lanzamos un nuevo punto en el Supercade de Engativá. Adicionalmente contamos con dos unidades móviles que se desplazan a cualquier lugar de la ciudad en donde ocurra alguna situación relacionada con las víctimas del conflicto.
¿Cómo ha sido el trabajo con el Distrito?, ¿hay suficiente presupuesto para ejecutar?
Puedo decir que Bogotá es una de las ciudades que tiene una de las propuestas más sólidas para las víctimas y la política de víctimas requiere de mucha articulación interinstitucional y de Gobierno.
Gran parte de la responsabilidad es de la nación y el Distrito entra a complementar, y creo que ahí lo hacemos bien. Obviamente los recursos nunca serán suficientes y menos como uno quisiera para darle educación superior a las víctimas del conflicto armado, pero desde los aportes significativos se han mostrado resultados bastante interesantes.
Cuando habla de una oferta sólida para las víctimas, ¿a qué se refiere?
Por ejemplo, hace dos semanas, junto a la Secretaría de Educación, el Ministerio de Educación y a través del Icetex y la Unidad de Víctimas logramos sacar 150 becas completas en cualquier universidad pública o privada para víctimas del conflicto.
Además hay que decirles a esas víctimas que llegan que todas las diligencias, con el Distrito o la nación, no tienen ningún costo y tampoco necesitan intermediarios.
En los Clav les damos orientación y les decimos qué se les puede entregar de acuerdo a la política pública, a si es víctima o primero va a declarar el hecho. Lo que hicimos fue concentrar toda la oferta en una especie de cades para que lo encuentren en un solo lado.
De verdad hay gente que encuentra en esto un negocio y como ellas llegan a la ciudad sin ningún tipo de información hay que decirles que tener acceso a las ofertas es gratis y no necesitan de intermediarios.
¿Cómo trabajan en la construcción y fortalecimiento de la memoria por las víctimas del conflicto?
Hoy se va a hacer el lanzamiento de una aplicación móvil en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, porque ellos son el eje de esa discusión en la construcción de paz y memoria. En esta, los ciudadanos encontrarán recorridos de memoria de ciudad, porque Bogotá tiene muchos lugares que son representativos en el marco del conflicto armado como el eje de la Séptima, entre otros.
Además, la aplicación tendrá todo un ejercicio de interactividad en donde los ciudadanos nos proponen un lugar que debería ser zona de reconciliación y construcción de memoria.
A eso se le suma que el lunes lanzamos Almas que escriben, un libro en donde las víctimas hacen su relato de sufrimiento, pero también de superación frente a lo que vivieron.
Soy víctima del conflicto, ¿dónde recibo ayuda?
La incertidumbre es algo que siempre acompañará a una persona al llegar a una nueva ciudad y más si es víctima del conflicto armado.
Por eso tenga en cuenta, si usted se reconoce como tal, que en Bogotá existen siete Centros Locales de Atención a las Víctimas, CLAV, que están ubicados en Suba, Chapinero, Rafael Uribe Uribe, Sevillana, Patio Bonito, Bosa y Ciudad Bolívar. Allí recibirá orientación, atención y asesoría como víctima del conflicto armado interno, además de la ayuda y guía correspondiente dado su caso.
En los Clav también encontrará la oferta institucional distrital y nacional de las entidades que tienen responsabilidades para el restablecimiento de sus derechos.
Asimismo, hay dos puntos de atención: uno en el Terminal de Transportes y el otro en el Supercade de Engativá. Además de dos unidades móviles que lo atenderán si es revictimizado.