Hablar de condones, sexo, enfermedades de transmisión sexual y otras dudas que a cualquier adolescente se le han cruzado por la cabeza es el tema diario de Luis Miguel Bermúdez, el profesor del colegio distrital Gerardo Paredes en la localidad de Suba, que pasó de tener 70 embarazos en un año a cero.
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Y eso se logró gracias al método que se ideó el profesor: un currículo dedicado a la sexualidad, pero también al respeto y la reivindicación de la mujer en la sociedad. El profesor Bermúdez es de esos que llaman la atención fuerte, que habla sin pelos en la lengua, es sincero y todavía usa bata blanca, como buen docente.
El año pasado ganó fama por su método y porque ganó el premio Gran Maestro de la Fundación Compartir. Este año es uno de los 10 mejores profesores del mundo y espera convertirse en el mejor si se gana el Global Teacher Prize, que será entregado el 18 de marzo, en Dubái, galardón al que está nominado.
“Para mí, esta nominación es un orgullo porque estoy representando a mi país. Cuando supe que estaba nominado a los 10 mejores maestros del mundo, dejé de pensar en Luis Miguel Bermúdez y me di cuenta de que ahora tengo que representar a Colombia”, comentó en entrevista con PUBLIMETRO.
El profesor Bermúdez todavía no se lo cree, ya tiene lista la maleta y todo lo que necesita para ir a Dubái. Aún está extrañado porque Bill Gates lo nombró como uno de los 10 mejores, y cuando mira al patio del Gerardo Paredes, se infla de orgullo: “Pienso que hace unos años había riñas y hoy veo un colegio armonioso, respetuoso, en donde todo eso fluye y ahí sí como dicen: vale la pena exportarlo al mundo”, asegura.
“Curiosamente los estudiantes siempre me dijeron: ‘Profe, nosotros sabemos que usted es el mejor’, y creo que me falta es creérmelo. También hay que creer en este país, acá hay buena educación y, la verdad, en ningún momento llegué a pensar en la importancia que estos proyectos tienen en el mundo, quería impactar a mi localidad, al lugar en donde vivo y eso me hace muy feliz, porque tuve éxitos en el entorno en donde trabajo, en el colegio, en la localidad”, añadió.
El profe Bermúdez está decidido a reivindicar el papel de la mujer en la sociedad y por eso cuando su método empezó a dar resultados quedó impactado, se dio cuenta de que sí se podía y por eso siguió adelante, acompañado de esa vocación de querer enseñar, la que ha sentido toda la vida: “Quería impactar a las familias y a los estudiantes con la estrategia. Fue muy bueno cuando empezamos a reducir los embarazos y a generar ambientes para el libre desarrollo de la personalidad, ambientes de aprendizaje basados en la no discriminación, en los derechos humanos; lo bacano fue ver que eso no se quedó en la retórica, sino que se ve día a día”.
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Uno de los retos que enfrentó Bermúdez fue el de hablar con las mamás de esas niñas adolescentes y verle la cara al machismo, por eso cuando les habla a los padres, espera que dejen los prejuicios y, por qué no decirlo, la mojigatería a un lado. “Les decimos a los padres que si ellos no les hablan de sexualidad a sus hijos, otro lo hará y no se sabe quién lo hará. Cuando uno trata como tabú la sexualidad y la silencia en su familia, tiende a orillar a los hijos a espacios de vulnerabilidad para el abuso sexual, para tomar decisiones poco informadas. El tabú es el principal agente para todos los problemas que en materia sexual tienen los adolescentes en Colombia”.
Bermúdez agregó: “Primero nos enfrentamos al tabú que tienen las mamás al permitir que sus hijas se enfrenten a métodos para reducir la fertilidad. Siempre he dicho que en nuestra cultura a la mujer, desde pequeña, la familia la cría bajo la premisa de la virtud sexual y le cuidan la virginidad. Entonces, la estrategia es hacerles entender que esa mentalidad educa a las mujeres bajo un concepto machista, las educan creyendo que su única virtud es su cuerpo, por eso, lo primero que les enseñamos a las mamás en las escuelas de orientación es que si ellas siguen educando a las niñas para que sean vírgenes, son machistas y las tratan como un objeto”.
Responsabilidad y empoderamiento por Luis Miguel Bermúdez
Cuando el profesor Bermúdez pone en práctica su método, lo primero que ocurre es que se ve “el empoderamiento, porque las niñas empiezan a entender que el cuerpo les pertenece a ellas y que las decisiones sobre ese cuerpo las toman ellas. Reducir el embarazo adolescente, por ejemplo, acá en la localidad, es garantizar que las personas tengan un proyecto seguro en la parte productiva, eso es lo principal. Además, el impacto que generamos con la desaparición de los embarazos tempranos es el fortalecimiento del proyecto de vida de los estudiantes, eso es lo fundamental”, aseguró.
Pero las ventajas de reducir el embarazo adolescente, asunto en el que Bogotá ha tomado el liderazgo, según Bermúdez, también contribuye a la “reducción de la pobreza, porque se incrementan las capacidades humanas. Hay algo fundamental que la sociedad debe saber, sobre todo porque tenemos esa visión sesgada de que somos hombres y mujeres, y es que debemos entender que garantizarles los derechos a las mujeres redunda en un bienestar completo para toda la sociedad, porque hemos sido educados por mujeres; una sociedad cuyo núcleo familiar está sustentado por mujeres que tienen bienestar, están empoderadas, acaban con el machismo y son poderosas”, enfatizó.
Después del Global Teacher Prize
Hay que tener visión y el profesor Bermúdez sabe de eso. Está preparado para ir a Dubái, y todos en el colegio esperan que se gane el premio, pero después de esa experiencia seguirá trabajando con los adolescentes, sus padres y replicando su método en el país.
“Estamos trabajando con la Secretaría de Salud para replicar la estrategia del Gerardo Paredes en los colegios de Ciudad Bolívar, porque allá es donde más fuerte tienen ese fenómeno de embarazos adolescentes. Bajo la fórmula de educación y salud, vamos a trabajar en Bogotá. Además, hay otras secretarías de otros municipios que quieren que los asesore y pues eso haremos. Seguiremos con la aplicación del modelo en todo el país y la idea es que apenas lleguemos de Dubái, empecemos a trabajar en una aplicación en la que los adolescentes puedan resolver dudas sobre sexualidad”, aseguró.
Bermúdez se enfrenta a otros nueve profesores de distintas partes del mundo. Si bien llevarse el premio lo ratificaría como uno de los mejores, su satisfacción está en su colegio, cuando mira a los estudiantes y ‘le copian’ sobre sexualidad. Ahí se da cuenta de que el trabajo se está haciendo bien.