Durante un año la Policía de Bogotá investigó a una banda que usaba escopolamina para robar a las personas que frecuentaban bares del norte de la ciudad. Después del trabajo de inteligencia, las autoridades lograron capturar a varios miembros de la organización de la que se sabe hacían parte taxistas y menores de edad.
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El allanamiento se realizó en una casa de Usme en donde se encontraba el líder de la banda. Al parecer, usaban a mujeres muy atractivas como gancho para robarlos. Luego secuestraban a las víctimas y no las soltaban hasta obtener todo el dinero posible.
Según la Policía hay más de 10 denuncias en contra de esta banda. De hecho, los testimonios de las víctima ayudaron a dar con el paradero y posterior captura de estas personas.