Los líderes del operativo que neutralizó a Julio Alberto Reyes, el asesino de Claudia Giovanna Rodríguez contaron a El Tiempo cómo se llevó a cabo el procedimiento que duró aproximadamente tres horas.
PUBLICIDAD
Un oficial aseguró que en el Centro Comercial Santa Fé, un patrullero llegó al local en el que Reyes había secuestrado a la víctima y observó una mancha de sangre al lado del cuerpo de la mujer. Al ver la llegada del policía, el victimario cubrió la sangre con unas bolsas que traía consigo.
Además, le apuntaba a la mujer en la cabeza con una pistola CZ 7,65 y les dijo al patrullero “Si entran, la termino de matar”.
Al escuchar estas palabras, el patrullero llamó al Gaula y pidió prioridad para que llegaran desde la sede, ubicada en la calle 38, hasta la calle 185 por uno de los carriles de Transmilenio. Hacia las 8:15 de la noche, llegó el equipo para negociar con el asesino. Esta es una de las primeras precisiones que hicieron, el cuadrante 66 llegó tres minutos después de que se avisaron los hechos.
De acuerdo al protocolo, los policías empezaron a pedir pruebas de supervivencia de Claudia Roríguez, pero Julio se negó a darlas. Además, tampoco se escuchaban gemidos o llamados de auxilio por parte de la mujer.
Igualmente, los oficiales llamaron a un grupo de paramédicos, pero Julio no los dejó entrar a la óptica. También, le ofrecieron pasarle la camilla para que ayudara a la mujer, pero se negó.
Además, uno de los oficiales le dijo “no deje a su pequeño hijo sin mamá”, pero Julio le respondió que él no tenía hijos.
PUBLICIDAD
Muchas personas se preguntan porqué la Policía no le disparó al hombre apenas llegó, pero los oficiales explicaron que por protocolos internacionales en los que Colombia está inscrita, se debe respetar la vida del agresor y la proporcionalidad de la fuerza usada. Por esto, primero se intentó negociar con él.
Julio accedió a darles su número de celular y les contestó. El hombre le pidió a los policías que retiraran los francotiradores. Además, pedía que le llevaran a la madre de la mujer, ya que según él, ella era la culpable de todo y también, la insultaba.
El Gaula intentaba neutralizar al asesino y un capitán de la Sijín intentaba establecer el perfil criminal de Julio. El cuñado de Claudia y su hermana, quienes habían ido a recogerla, afirmaron que el asesino ya tenía dos antecedentes por homicidio, porte de armas y agresiones.
Según los oficiales, Julio siempre estuvo escondido en un mostrador. El asesino solo salió de allí cuando disparó contra el francotirador del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES).
Frente a los hechos, los familiares de la víctima han asegurado que la mujer se hubiera podido salvar si el personal de la Policía hubiese neutralizado al asesino en un tiempo más corto.
Al parecer, la mujer recibió dos disparos en el tórax y en el estómago hacia las 7:15 de la noche. Julio fue neutralizado por un francotirador tres horas después.