El pasado 19 de marzo asesinaron a un oso de anteojos entre las veredas Quebrada Blanca y Chinia, en Cundinamarca. El rechazo de los grupos animalistas y de la sociedad en general se sintió, y las autoridades iniciaron las investigaciones correspondientes para dar con el responsable de este hecho.
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Casi un mes después, se identificó y ubicó al hombre que mató al animal en el municipio de Fómeque. Se espera la legalización de la captura y la imputación de cargos, pues este es un ejemplar en vía de extinción y por el que las entidades competentes han pedido a los colombianos proteger debido a su situación de vulnerabilidad.
En su momento Néstor Guillermo Franco González, director de la CAR Cundinamarca, manifestó su rechazo: “una especie, cuyo estado de conservación se encuentra en la categoría de vulnerable, según lo indica la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN, es una especie que debe ser protegida por la ley, pero no sólo la ley escrita en un papel, debe ser protegido en la práctica y los responsables de esta atrocidad deben responderle al país, a la justicia y deben recibir además una sanción social de rechazo por actuación tan vil”.