El tema de la seguridad en la capital del país desvela tanto al Distrito como a sus ciudadanos. No sentirse tranquilo en un TransMilenio o en un Sitp, e incluso hasta tener miedo de ir al banco, son sentimientos cada vez más frecuentes entre los bogotanos y una piedra en el zapato para las autoridades.
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Y aunque de casos de robo se escucha a diario, uno de los temas más delicados en la ciudad, y que puede afectar directamente a su comunidad, son las bandas dedicadas al tráfico de estupefacientes a las cuales, según lo ha informado la Policía, durante esta semana le han dado duros golpes. Sin embargo, después de desmantelar a ‘los Profetas’, quienes serían responsables de por los menos 15 homicidios por el control de territorios que utilizaban para la venta de estupefacientes, se podría destapar lo que sería uno de los capítulos macabros de la delincuencia en Bogotá: las ‘casas de pique’.
De las ‘casas de Pique’ en Bogotá ni siquiera las autoridades las confirman, pero se habló de ellas hace algunos meses cuando se encontraron varios restos humanos en el Bronx después de su intervención y por años se ha esperado que alguien le ponga el ojo a casos de desaparición de este tipo en la cárcel La Modelo. De hecho, los colombianos asocian las ‘casas de pique’ con Buenaventura, en donde sí se comprobó su existencia y se conocieron varios relatos de cómo secuestraban, torturaban y picaban a varias personas que tuvieron algún tipo de relación con grupos criminales como el Clan del Golfo.
El inicio
Para dar con ‘los Profetas’, la banda por la cual se encontraron las supuestas ‘casas de pique’, la Sijín de la Policía llevó a cabo una investigación de ocho meses para desmantelarlos y ponerlos en manos de las entidades competentes para su judicialización.
En el operativo que realizaron en la localidad de San Cristóbal se capturaron a 25 personas, se realizaron 14 allanamientos y se encontraron 12 kilos de marihuana y 350 cápsulas de bazuco, además de un arma. La Policía calificó la intervención como una de las más importantes en los últimos años.
“’Los Profetas’ delinquían en la localidad de San Cristóbal desde hace una década y están señalados de por los menos unos 15 homicidios. A los integrantes se les acusó de concierto para delinquir, homicidio agravado, porte y tráfico de estupefacientes, porte de armas y desaparición”, comentó el coronel Douglas Restrepo, jefe de la Sijin de la Policía de Bogotá.
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Si bien todo se trataba de la desmantelación de una organización criminal, cuando las autoridades revisaron las casas en donde realizaban algunas de sus operaciones encontraron dos cuerpos, al parecer hombres de 40 años, que aún no han sido identificados.
¿Se podría hablar de ‘casas de pique’?
Se cree que los restos humanos que fueron encontrados en fosas comunes cavadas en los patios de ambas casas allanadas harían parte de un ajuste de cuentas, las investigaciones continúan para establecer si hay más restos en esas mismas edificaciones o en otras. Lo mismo que ocurrió en el Bronx meses atrás después de su intervención.
Los investigadores encontraron pruebas que demostrarían que en esos lugares se encontrarían por lo menos otros cuatro cuerpos. Ahora bien, Restrepo aseguró que no se podría hablar de ‘casas de pique’ o fosas comunes: “No, no ‘casas de pique’, ni fosas comunes, lo que le digo es que en ese lugar se cometió un homicidio y allí mismo lo enterraron, y para decir que es una fosa común se hablaría de tres cuerpos o más enterrados, y eso no es así. Además, estos sitios tampoco fueron usados para torturar personas y desaparecerlas, simplemente cometían el homicidio y los enterraban”, aseguró.
Ahora bien, fuentes consultadas por PUBLIMETRO, quienes pidieron no revelar su identidad por cuestiones de seguridad, comentaron que «si la Policía dice que no hay ‘casas de pique’ es porque no las hay, y hay que creerles. Ocurre que ese tema se está volviendo un mito urbano y en realidad no hay pruebas. En el Bronx hubo unos rastros de ejecuciones y desmembramientos; ahora, en octubre asesinaron al conductor de la directora de Noticias Uno y para mover el cadáver lo desmembraron, y sucedió en un bar, pero no es una ‘casa de pique’. El año pasado hubo unas investigaciones que no llevaron a ninguna conclusión, que es muy extraño, sobre la desaparición de cadáveres en la cárcel La Modelo en donde botaban los restos ‘picaditos’ por las alcantarillas y ese modus operandi, en donde llevan a alguien a un lugar, lo matan y lo ‘pican’, es una ‘casa de pique’. Es que la ‘casa de pique’ más grande de Bogotá no ha sido el Bronx, sino La Modelo a la que podríamos llamar incluso la ‘casa de pique’ más grande de Colombia. Entonces, qué pasó con esa investigación».
El debate está abierto, ya que para algunos es un tema simplemente de ajuste de cuentas, tal y como lo señala la Policía, o un hecho esporádico que se asocia a la forma de cobrar las deudas de las bandas delincuenciales. En todo caso, la investigación se encargará de esclarecer el tema y determinar si el mito urbano de las ‘casas de pique’ en la capital del país se vuelve una realidad como en Buenaventura e incluso Medellín.
Control de bandas de microtráfico
Desarticular estas bandas es la única opción para que dejen de delinquir, eso lo tienen claro las autoridades. Sin embargo, en el caso de ‘los Profetas’, ellos se habían apoderado del negocio de microtráfico en el sur de la ciudad desde hace dos meses, pero con un poco más de diez años delinquiendo.
Según el concejal Daniel Palacios, del Centro Democrático, hay estructuras criminales en las siguientes localidades: Usaquén (Los Rosbai, Zona 12 y Zeus), en Suba (Los Lagos) en Santafé (La Casona y Los Chicheros), en Engativá (Los Gomelos), Kennedy (La California), Bosa (Los Nerds), Rafael Uribe (El Centenario), San Cristobal sur (Los Frutiños) y Ciudad Bolívar (Los Bernabé).
Aunque el cabildante manifestó su preocupación por la falta de recursos para combatirlos: «desafortunadamente la ciudad solo cuenta con 50 unidades en la Sijin especializadas y con el apoyo de 5 fiscales para combatir el fenómeno del narcomenudeo, un pie de fuerza irrisorio para contrarrestar el problema de microtráfico». El mismo alcalde Enrique Peñalosa aseguró que se necesitan por lo menos unos 10.000 policías más para garantizar la seguridad de la ciudad desde todos los puntos.
«Sabemos que eran ajustes de cuentas, incluso al interior de la misma banda, y eso está por establecerse tras la exhumación con forenses especializados y el trabajo con Medicina Legal. Una vez termine esa actividad se identificarán. Hasta el momento son dos personas de sexo masculino y la investigación continúa para determinar si hay más personas en esas casas», Douglas Restrepo, jefe de la Sijin de la Policía de Bogotá.