El monumento a Américo Vespucio le ha tocado pasar las duras y las maduras. No ha tenido un momento de paz: se realizó el plebiscito y al pobre lo tenían marcado con un sí, después llegaron indígenas y le pintaron una bandera multicolor o una whipala que identifica a las etnias de la cordillera de los Andes, y para colmo desde los años 80 se conocen de actos vandálicos en contra de la estatua.
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Desde el año pasado el cosmógrafo italiano, o lo que queda de él en la calle 97 con carrera Séptima, está envuelto en plástico, olvidado, manchado de pintura roja y sin el mundo en sus manos. Ya es muy común verlo así.
PUBLIMETRO intentó comunicarse con el Instituto de Patrimonio Cultural (IDPC) para conocer si están al tanto de la situación, cuándo se restaurará y qué medidas tomarán teniendo en cuenta que es uno de los monumentos más vandalizados de la ciudad, pero aún no ha obtenido respuesta.