La cita, aplazada tantas veces, por fin tuvo lugar: este martes, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, por fin asistió al Congreso de la República para un debate de control político sobre el proyecto del metro para la ciudad, objeto de polémica desde que el mandatario informó que desestimaba la obra subterránea de la administración anterior para hacer una elevada.
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Como era de esperarse, el debate en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes estuvo cargado de tensión. Cada uno de los argumentos de Peñalosa fue rebatido por los representantes que lo citaron, quienes aprovecharon para lanzar varias pullas a la Administración Distrital.
Una de la que más críticas se mostró fue la representante del Partido Verde Angélica Lozano (citante del debate), quien se ha mostrado como una de las más férreas opositoras de Peñalosa y su metro elevado, proyecto al cual señala de tener muchos problemas técnicos y financieros, “con soportes de papel”, que dificultarán la obra.
“Nos están embalando en un proyecto antitécnico, sin soportes serios, sin interventorías, sin validación o alguna contrastación que nos garantice que son correctas las decisiones que se están tomando. El Gobierno Nacional está ejerciendo un doble estándar para este proyecto, pues cambió completamente los criterios y parámetros que había venido exigiendo a los últimos tres gobiernos de Bogotá. Fueron esas exigencias rigurosas que se habían aplicado las que protegieron los recursos de los ciudadanos y que contaban con un alto consenso técnico”, señaló Lozano al terminar el debate en el que expuso varios de los argumentos por los que cree que el metro elevado es un error.
Obligado:
El alcalde Enrique Peñalosa fue obligado por la Corte Constitucional a asistir a este debate de control Político en el Congreso, luego de negarse en varias ocasiones, argumentando, entre otras cosas, que si cumplía todas las citaciones (iban más de 35) que le hacía el Legislativo, no tendría tiempo para gobernar.
La defensa de Peñalosa
Durante el debate, Peñalosa, como ha insistido en ocasiones anteriores, defendió la viabilidad de la obra y aseguró que el Distrito no tiene suficiente presupuesto como para hacer un metro subterráneo.
El alcalde insistió también en que el metro elevado es mucho más económico y que de este modo está siendo responsable con las finanzas de la ciudad.
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Del mismo modo, anunció que parte de los recursos que se obtengan de la enajenación de acciones de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) y la Empresa de Teléfonos de Bogotá (ETB) servirá para completar los cuatro billones de pesos que debe poner el Distrito para ejecutar la obra, de los 13,9 billones que se necesitan (el excedente lo pondrá la Nación).
