Cerca de 20.000 adultos mayores sufren de desnutrición en Bogotá, en una cifra bastante preocupante de la situación de los adultos mayores que en muchos casos, se encuentran abandonados a su suerte.
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Según el director de geriatría del Hospital San Ignacio, doctor Carlos Cano, esta situación se torna crítica debido a que las enfermedades de los adultos mayores son agravadas por la falta de una nutrición adecuada, en muchas ocasiones relacionada con enfermedades.
«En la mayoría de hospitales que atendemos adultos mayores se presenta esta situación: 8 de cada 10 personas que se atienden en geriatría llegan con algún grado de desnutrición, y que requieren de atención o intervención nutricional. Es una situación que se presenta en muchos países», explica el galeno.
Una de las mayores dificultades en este aspecto es que los adultos mayores también sufren de otros problemas graves como demencia, el cual se ve en el 60% de los pacientes de geriatría del hospital, o dificultades digestivas y dentales, más que por falta de comida.
«Esas enfermedades tienen un impacto en su situación nutricional. Póngale una demencia, una infección pulmonar o una artritis, y cuando estas enfermedades se agravan se encuentra uno con estos cuadros de desnutrición», destaca el médico Cano.
Aunque estos casos de desnutrición se ven solo en el 5% de los mayores de 65 años, según los estudios realizados por distintas organizaciones, el 50% de la población de la tercera edad tiene riesgo de desnutrición.
Si bien la atención en estos casos no resulta tan crítica, pues puede ser cubierta mediante el uso adecuado de suplementos dietarios y un tratamiento adecuado, es necesario considerar que en Bogotá las poblaciones más afectadas por estos casos son las de localidades como Kennedy, Ciudad Bolívar y Bosa, donde la falta de recursos y el abandono por parte de sus hijos produce casos dramáticos.
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«La desnutrición no es una situación exclusiva de los niños de La Guajira o el Chocó. Aquí en Bogotá hay casos de este mal bastante graves con los adultos mayores, que sufren de hambre en nuestros propios barrios», destaca Cano.
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