La intervención que la Alcaldía realizó al Bronx hace dos semanas todavía sigue dando noticias, debido al alcance del trabajo requerido para acabar con uno de los principales fortines del crimen a nivel nacional. Una de estas es el trabajo de infiltración que un agente de policía realizó durante dos meses para identificar a los principales líderes de las bandas organizadas en el sector.
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El agente inició la operación el pasado 19 de febrero con 1500 pesos en el bolsillo, una pantaloneta, una camiseta, unos tenis y una gorra, según reveló a El Espectador. Al principio asumió el papel de reciclador y con el tiempo se fue metiendo en un papel de «loco visajoso», en el que cantaba vallenatos en plena calle para ganar monedas.
Al entrar, el uniformado debió tener muchos sacrificios: debía dormir en las calles del Bronx, fingir con tabaco que estaba fumando marihuana, pasó los dos meses de la operación sin bañarse y sufrió una gastroenteritis.
Cuenta que lo más difícil fue acostumbrarse a la presencia constante de ratas en las calles, las cuales se acostaban junto a los habitantes de calle para compartir el calor humano. Otro tema muy difícil para el agente fue lidiar con el trabajo de reciclaje para conseguir el dinero de la comida, y aguantarse el olor constante a excrementos en el sector.
A pesar de esto, el agente de 28 años logró cumplir su función e identificar a alias «El Flaco» o «Payaso Rojo» y a alias «Teo», los presuntos líderes del gancho Mosco que controlaba gran parte de las actividades de narcotráfico en la zona.
«El día del operativo me sentí satisfecho. Por lo menos los niños ya no van a tener un lugar para ir a hacerse tanto daño. Verlos en ese mundo fue lo que más me impactó. Cuando supe que detuvieron a Teo y al Flaco sentí que había hecho mi aporte», recordó el uniformado.
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