El contrato de la polémica máquina tapahuecos terminó el pasado 11 de diciembre, y la Veeduría Distrital aseguró que una de las apuestas más arriesgadas de la alcaldía de Gustavo Petro no cumplió con los objetivos para los que fue contratada.
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Según la Veeduría, el contrato obligaba a Green Patcher Colombia, operadora de la máquina tapahuecos, a inyectar 15.684 metros cúbicos de mezcla asfáltica en las vías de Bogotá, pero solo había aplicado 11.626 metros cúbicos de mezcla hasta el pasado 29 de noviembre, es decir, el 74% de la meta.
“Green Patcher Colombia S.A.S. dejó de ejecutar el 26% de los 15684 metros cúbicos contratados, razón por la cual la Veeduría Distrital requirió a la Unidad de Mantenimiento Vial (UMV) para determinar las acciones que se adoptaron para garantizar que el objetivo del contrato se cumpliera”, dijo la Veeduría en un comunicado.
La organización afirmó que la disponibilidad de las máquinas tapahuecos había sido limitada. Si bien el contrato exigía que hubiera cinco máquinas trabajando de forma simultánea, el contratista solo tuvo cuatro máquinas en operación el 1 de agosto, cuando ya se había cumplido la tercera parte del contrato.
Según el director de la UMV, Juan Carlos Abreo, la empresa contratista tuvo tres procesos por incumplimiento, que pdebieron pagar más de 900 millones de pesos al Distrito, pero el 98% de los huecos tapados con máquinas se mantienen en buen estado.
Cabe recordar que la máquina tapahuecos estuvo lleno de problemas, debido a que en los primeros meses de su operación se presentaron varios obstáculos con huecos que fueron tapados por la compañía y a los pocos días volvieron a abrirse.
Así mismo, se criticó que la empresa Green Patcher Colombia tuviera como representante legal al actor Juan Pablo Posada, que renunció luego del escándalo mediático provocado por la revelación.