Los habitantes del conjunto residencial Marantá, en la calle 187 con autopista Norte, se enfrentaron a la Alcaldía local de Usaquén ya la Policía para impedir que les levanten una portería de vigilancia que funciona a la entrada de la unidad.
Julieta Naranjo, alcaldesa local dijo que “están obstaculizando el paso de las personas por una zona que nos pertenece a todos”, que llegó a dirigir el operativo que pretendía la recuperación del espacio público.
Los habitantes del conjunto afirman que les quieren quitar su propiedad. “Este es un sector en el que hay muchas personas de la tercera edad, niños y algunos residentes están en condición de discapacidad y gracias a la caseta es una zona muy segura. Si la quitan nos dejan expuestos”, aseveró una de las vecinas de Marantá.
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Andrés Benavidez, de la Junta de Acción Comunal, dijo que esta caseta de vigilancia es la única seguridad que tienen 759 familias del conjunto residencial. Él cree que los habitantes de la zona suman un total de 3.500.
Durante el operativo de la Alcaldía, la vecindad frenó la labor de la retroexcavadora, ya que al estar cerca del uno de los puentes peatonales más inseguros de la ciudad, estarían expuestos. Además del problemas de las ventas ambulantes.
Según la Alcaldía local, las casetas de vigilancia que se encuentren en espacio público deben quitarse, ya que solo son permitidas las que se encuentren en una propiedad privada.
Los residentes del sector afirmaron que en el momento de comprar su propiedad en esta venía incluida la caseta de vigilancia, por lo que sienten que al retirarla les estarían violando sus derechos.