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En primera instancia se afirmó que una supuesta secta de “Testigos de Gokú” atacaron al sacerdote Jesús Hernán Orjuela, más conocido como el padre «Chucho”, sin embargo, todo parece ser una disputa por el espacio público.
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Las misas del padre suelen tener una enorme acogida, razón por la cual siempre hay Policía que debe tener efectivos para cuidar a sus asistentes, lo que impidió una tragedia el pasado domingo.
En diálogo con Blu Radio, Ferney Rodríguez, vocero de la Corporación Bogotana para el Avance de la Razón y Laicismo, afirmó que no hay ninguna secta, sino que, “de forma simbólica” uno de los protestantes iba vestido de Gokú.
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Afirmó, además, que fueron a la iglesia a protestar por el uso desmedido del espacio público, ya que es invadido por los feligreses en la celebración de la eucaristía, a lo que añade que el espacio del parque es” para jugar y no para jugar”.
Por medio de un comunicado, la Asociación de Ateos de Bogotá aseguró que el agredido no fue el “padre Chucho”, sino que ellos fueron las víctimas el pasado domingo.
“El domingo 18 de octubre de 2015, un grupo de ciudadanos decidió defender el espacio público, de manera pacífica, haciendo acto de presencia en el parque de Castilla y exigiendo que el señor Jesús Hernán Orjuela, llamado padre Chucho, deje de hacer sus misas ese parque vecinal, luego de que el IDRD respondiera un derecho de petición explicando que e stá prohibido realizar ceremonias religiosas en los parques vecinales”, afirma el comunicado.
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Por su parte, Rodríguez, quien dice tener videos para corroborar su versión de los hechos, dijo que la misa se interrumpió porque “a los feligreses no les gustó las pancartas” instaladas en la parte trasera de la iglesia.
Asimismo denunció que el padre inventaba que estaban agrediendo a los creyentes y que, de esa forma, incitaba a los asistentes por medio de los altavoces.