Luego de más de 5 años de que se iniciaran las obras de ampliación y reforzamiento del Hospital de Kennedy, uno de los más importantes de Bogotá que brinda atención a los habitantes del sur de la capital, hoy la obra está abandonada y sólo quedó un enorme de ocho metros de profundidad y la sala de urgencias es un cambuche improvisado con palos y tejas de zinc en medio de un parqueadero.
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El 26 de mayo de 2010, el Distrito inició el proceso de licitación de la obra con un presupuesto de 24.400 millones para ampliar este centro de salud de tercer nivel que es crítico para el occidente de Bogotá.
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La constructora española “Herreña Fronpeca, sucursal Colombia” fue la ganadora de la licitación y se comprometió a entregar las obras en un plazo no mayor a 12 meses contados a partir de la suscripción del acta de inicio para entregar la obra, pero tan solo el inicio de la misma. En las obras se tenía planteada una ampliación (en 31.800 metros cuadrados) que tenía que finalizar en mayo del 2012, pero la empresa española incumplió y el contrato sufrió toda clase de prórrogas. Finalmente en febrero de 2013 los contratistas abandonaron los trabajos y dejaron las obras con un avance de apenas el 22 por ciento. El valor girado a la constructora hasta esa fecha fue de $10.454 millones.
La Secretaría de Salud ha abierto 4 procesos de licitación adicionales para la culminación de las obras, declarándose desiertas las mismas. La última fue en abril de 2014. El impacto generado por la no ejecución de las obras ha perjudicado la atención de salud y emergencias de unos 18.000 usuarios del Hospital al año; de igual manera dejó las huellas de la construcción: una gigantesca excavación de 8 metros de profundidad y los cimientos empezados, que representan un peligro para el vecindario.
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El candidato a la Alcaldía de Bogotá Enrique Peñalosa realizó en días pasados el lanzamiento oficial de su campaña en los alrededores del Hospital y denunció que “los pacientes que acuden reciben la atención en lo que antes era un parqueadero y que fue acondicionado de manera temporal mientras avanzaba la construcción”.
De igual forma, el ex alcalde aseguró que “en el espacio donde se atienden las urgencias hay hacinamiento, goteras, algunos pacientes deben dormir en el piso y las condiciones de salubridad no son las adecuadas”.
Las propias directivas del hospital aseguran que las condiciones del centro asistencial no son las mejores y que las demoras en los trabajos han afectado la prestación de los servicios. Incluso, en el lugar están plantados dos árboles gigantes que incomodan la prestación del servicio en salud y que no se han podido retirar del lugar por los permisos ambientales.
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Las deudas de las EPS también agobian al Hospital
La deuda de la EPS Caprecom con el Hospital ya supera los $22 mil millones hecho por el cual la institución manifestó que solamente se prestará el servicio de urgencias a los afiliados de dicha EPS; no obstante, se dará oportuna atención a las citas previamente programadas.
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‘‘Esta situación, por decisión de Caprecom, impide que el Hospital continúe prestando atención especializada a cerca de 61.808 personas afiliadas a esta EPS, en el Sur Occidente de la ciudad, que comprende las localidades de Bosa, Fontibón, Puente Aranda y Kennedy’’, indicaron las autoridades distritales.