El beso que les dará vida a los invisibles

En unos años probablemente se especule sobre los protagonistas del romántico beso que adorna una de las paredes del centro de Bogotá. Y de todas las historias de amor que surjan en los inventos de la gente del futuro, probablemente pocas asegurarán que el amor de ese beso surgió entre dos habitantes de la calle del Bronx.

Este será el grafiti más grande de Bogotá y el segundo más grande del país (el primero está en Cartagena). Y fue inspirado en una fotografía de un apasionado beso de dos habitantes de calle en el Bronx. Camilo López, director de creatividad de Vértigo, no sabe si la pareja se ama, si eso fue solo un beso casual o si andan amándose por las calles de la ciudad. Camilo es el productor del grupo y es el único de los seis del equipo que no pinta, pero consigue con qué pintar.

“A ese lado está la Bogotá invisible, el que no queremos mirar. Al otro lado está la Bogotá bonita, la de las postales. Elegimos este edificio porque está en la mitad de los dos y con esto decimos que los invisibles ya no lo son tanto”, reflexiona Camilo sobre la historia detrás de la foto, de la que esperan que se vuelva todo un mito en la ciudad y que la gente especule sobre las identidades de los amantes.

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En la imagen gigantesca trabajan cinco artistas, uno de ellos es peruano: Jade Rivera, quien está encargado de las pieles de los protagonistas. “Mientras más pintura tenga el muro mejor se ven los detalles después. Por eso es tan costoso”, explica uno de los miembros del equipo, Yurika. Con él también trabajan Ecksuno, Cardos y Zas (la única mujer del equipo y probablemente la mejor grafitera del país).

El arte costoso

Algunos grafitis y murales de la ciudad, con toda su hermosura, fueron hechos por artistas que no cobraron ni un peso. Esta propuesta busca volcar la idea del grafitero que no obtiene nada, para estar al nivel de las tendencias en Estados Unidos, Europa y Brasil, donde es un arte valorado y bien pago. Por eso tuvieron que buscar el patrocinio de Home Center, Seven Seven y el Distrito.

Hasta ayer, los protagonistas del amor mejor pintado de la ciudad no sabían que están en ese grafiti. Los están buscando para mostrarles, porque a fin de cuentas ¿cuántos bogotanos han dado un beso que merezca tantos honores?