Aunque los constructores en Bogotá dicen que pese a que sí estamos cerca de una ‘burbuja’ en los precios de los terrenos, descartan que una situación de este tipo se esté presentando en el tema inmobiliario, pues dicen que existe gran demanda por edificaciones en la ciudad.
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Esto, pese a que el costo de las viviendas de los estratos 5 y 6 comenzó a registrar fuertes incrementos desde el año 2010 y, según datos de Fedelonjas, actualmente una de las zonas residenciales más costosas del país es el barrio La Cabrera, ubicado en el norte de Bogotá, donde un metro cuadrado cuesta hasta $12 millones. También existen otro sectores, como los barrios Santa Ana y Usaquén, donde el metro cuadrado de viviendas para el estrato 6 tiene un costo de aproximadamente $4.500.000.
“Este incremento se debe a que hay escasez de tierras en esas zonas, lo que lleva a que se empiece a sobredimensionar el precio”, señaló Roberto Moreno, gerente de la Constructora Amarilo.
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Las recientes crisis económicas ocasionadas por el sector inmobiliario en países como Estados Unidos y España, así como el fantasma de la crisis económica que Colombia experimentó a finales de los 90, originada en buena medida en el campo de las inmobiliarias, han creado un fantasma que ha generado que se examine con lupa el desempeño del sector para evitar que en el país se replique una crisis inmobiliaria.
Otra razón por la que se ha incrementado el valor de la vivienda es también un alza de precios, pero en este caso, en los materiales de construcción. En junio de 2011 el Índice de Costos de Construcción de Vivienda presentó un crecimiento del 0,82 %. En ese mismo año, el rubro de materiales tuvo una variación positiva de 5,19%, seguido por mano de obra, la cual subió un 4,06%.
“El incremento en el valor de los inmuebles se debe al aumento del precio en materiales, como el hierro y el cemento, el salario mínimo y el valor de la tierra, que en algunos puntos de Bogotá se ha llegado a duplicar”, detalló Moreno.
Según cifras de Camacol, desde el tercer trimestre de 2006 hasta el segundo trimestre de 2011, el Índice de Precios de Vivienda Usada se incrementó en un 38,38%, lo que ha despertado el temor de una posible burbuja especulativa.