Bogotá

Risas para sanar el alma

Felicidad. La fundación Doctora Clown próxima a cumplir 14 años pone día a día una sonrisa en la cara de miles de niños colombianos

Poder hacer inmensamente feliz a alguien que vive una profunda tristeza es un don que todos quisiéramos tener. Hay quienes tienen ese don y lo ponen al servicio de la humanidad día a día y eso es lo que hace la Fundación Doctora Clown. PUBLIMETRO habló con sus fundadores, Luz Adriana Neira y Enrique Peñafort, quienes nos contaron su inspiradora historia y nos contagiaron con su optimismo y alegría.

¿Cuál es la principal labor de la Fundación Doctora Clown?

Visitamos los hospitales a niños de 0 a 18 años en su mayoría, pero también a mamitas lactantes, gestantes, abuelitos y a todos los que nos necesiten. Es decir, nosotros visitamos niños de 0 a más de 100 años porque cuando hablamos de niños hablamos del ‘niño interior’.

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¿Qué los inspiró a iniciar ese aprendizaje de ustedes mismos en beneficio de los demás?

Yo invité a ‘Picarín’ (Enrique Peñafort) a iniciar esta fundación porque desde chiquita tenía un sueño y era ser actriz y payasa y luego de estar en Suiza con mucho esfuerzo y trabajando mucho, decidí volver a Colombia y retribuir todo lo bueno que me había pasado. Entonces, con muy poca plata, empezamos con la Fundación Doctora Clown, que es un testimonio de un sueño hecho realidad.

¿Cómo se involucran los clowns en esta terapia?

Cuando hacemos una terapia, estamos ayudando a que la gente se sane por medio de la terapia de la risa, pero los primeros que sanamos somos nosotros, la terapia es una cosa de dos porque no se puede dar de lo que no se tiene y los clowns están llenos de amor, amor que desbordan para llenar a quienes más lo necesitan, tocar sus vidas y llenarlas de felicidad, así sea por unos instantes.

¿Por qué la risa ayuda a sanar?

Yo a veces siento que uno se pone la nariz y se convierte en un superhéroe. Nos involucramos mucho en la parte creativa, además, está comprobado que con tan solo hacer el gesto de la risa se genera un estímulo eléctrico que va al cerebro, donde tenemos la glándula pituitaria, la cual se estimula inmediatamente y segrega endorfinas y serotonina que generan la sensación de tranquilidad, bienestar y felicidad. Hay varias emociones que generan esas sustancias en los seres humanos, una de ellas es el asombro, por eso cuando un niño está llorando y se asombra cuando nos ve, en ese instante, se calma inmediatamente, adicional a eso, cuando se ríen, producen esas sustancias que calman naturalmente su dolor. Lo que sucede con el efecto de la risa es el mismo que sucede con el perdón, es una liberación.

¿Cómo funciona la terapia de la risa?

Es una improvisación, y se habla de esto aunque la persona que lo hace está más preparada que un tamal (risas), porque uno no tiene un repertorio claro de lo que va a hacer con cada paciente. Siempre nos encontramos con el nombre de un niño o una niña y con una patología que siempre sabemos de antemano para no incurrir en imprudencias y decir, “mira esto”, a alguien que no ve, por ejemplo. Entonces nosotros ponemos un abanico de posibilidades artísticas en función del niño, a veces no tenemos que hacer nada sino consentirlo y darle amor. Yo llegué a hacerle una vez una terapia a un niño y él sólo quería que lo alzara, entonces lo hice y empecé a sobarle la espalda. El niño estaba feliz, eso era lo que quería. Algunas veces no podemos hacerla… como una vez que llegamos y un niño estaba tan malito que dijo: “hoy no payasito, tu siempre me haces reír, pero hoy me duele tanto, que no puedo…”.

¿Cómo hacen para manejar las emociones?

Fuera del cuarto. Siempre que alguno se quiebra, saca algún pretexto para salirse del cuarto y el otro continúa con la terapia. Es muy difícil, muy duro, pero intentamos nunca llorar en frente de los niños. Además de eso tenemos una psicóloga que está pendiente de nosotros, porque puede llegar a ser muy complicado. He perdido muy buenos clowns por eso, porque se involucran tanto con un niño que cuando el niño se muere el clown no quiere volver.
 
¿Cómo transmitirle felicidad a alguien que puede estar profundamente triste?

A través de la ilusión. Un doctor clown es un personaje mágico, cuando estamos caracterizados no somos una persona normal. La gente mira y dice: ¿esto es una niña?, ¿es una señora?, ¿quién es?, entonces esa presentación no convencional de ser humano es lo primero que atrapa la atención del niño y que lo saca por unos momentos de la realidad de su enfermedad y cuando nos dan esa oportunidad, nosotros ofrecemos ese abanico de posibilidades artísticas con todo el corazón y amor inmenso que tiene cada doctor clown, que son componentes clave para hacer reír a los niños y darles un rato de mucha felicidad. Siempre llegamos con una carga de energía positiva muy grande para lograr contrarrestar esa enfermedad y esa tristeza que son oscuras y así llenarlos de luz.
 
Aunque lo hacen todo el tiempo ¿recuerdan algún momento en especial en que hayan tocado una vida?

Una vez estaba viendo una obra de teatro y estaba vestida de clown y se me acercó una señora, me abrazó y empezó a llorar. Yo no entendía porque no la conocía y pensé: ¿yo qué hice? y me dijo: “Yo quería darle las gracias porque ustedes hicieron que mi hija fuera feliz sus últimos seis meses antes de morir… porque toda la enfermedad fue terrible pero ustedes llegaron seis meses antes y nos enseñaron que en medio de la enfermedad hay espacio para la risa”.

¿Qué hacer para ser feliz?

Uno: dejar de quejarse, Dos: no victimizarse. Yo creo que si la gente dejar de hacer esas dos cosas se libera de una carga inmensa. Y tercero, ser positivo, aprender de las cosas que nos pasan así nos hagan llorar o reír. Como decía nuestro hermanito mayor: “no debe haber tiempo ni para la vanagloria ni para la autocompasión”.

Catalina Forero Ruiz
catalina.forero@publimetro.co
@ktaroja

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