La joven salvadoreña Imelda Cortez, acusada de "homicidio agravado tentado" por supuestamente tratar de abortar, fue puesta en libertad este lunes.
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La fiscalía salvadoreña se retractó y pidió el cambio de la calificación del delito del que estaba acusada Imelda al de "abandono y desamparo de persona en perjuicio de una menor de edad".
Cortez acordó entonces un "juicio abreviado" con la fiscalía por ese delito a cambio de la reducción de la pena, fijada en un año.
La joven llevaba 1 año y 7 meses en prisión a la espera de juicio y fue puesta en libertad.
El caso de Imelda Cortez se convirtió en un emblema de la lucha de las salvadoreñas en contra de las estrictas leyes y políticas que rigen su vida sexual y reproductiva.
El 17 de abril de 2017 la joven dio a luz a una niña producto de una violación a manos de su padrastro, Pablo Henríquez, de más de 70 años.
Cortez, sin embargo, asegura que no sabía que estaba embarazada, pues además de amenazarla para que no denunciara los abusos que empezaron cuando ella nada más tenía 12 años, su padrastro le había asegurado que ya "no podía pegar hijos".