Los conciertos de los Rolling Stones han inspirado a generaciones de adolescentes a aprender a tocar la guitarra, pero para Spencer Rascoff fueron un incentivo para entrar al mundo de los negocios.
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Cuando era adolescente, en la década de los 90, tuvo la suerte de entrar al backstage de varias bandas.
Pero en vez de maravillarse con Mick Jagger, Keith Richards y el resto del grupo, dice que le llamó la atención cómo el equipo detrás del grupo musical hacía funcionar el show.
"Veía al productor de la gira como un director ejecutivo y a la banda como un producto", recuerda Spencer ahora que tiene 43 años.
"Fue una experiencia formativa, estaba fascinado con el negocio de la música".
Spencer logró entrar al backstage porque su padre era un administrador de negocios y director de gira de los Rolling Stones, y trabajaba con otras bandas como U2, David Bowie y Paul Simon.
A pesar de su experiencia, el padre le recomendó que no se dedicara a la industria musical.