Los que ganan, la elogian. Los que pierden, la menosprecian.
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Esta es la realidad de la primera edición de la Liga de las Naciones en Europa que este martes llega al final de su primera fase con más sorpresas de las previstas.
Desde la identidad de los cuatro finalistas de la principal liga –Portugal, Inglaterra, Holanda y Suiza– hasta el descenso a segunda división de Alemania y Croacia (actual subcampeón del mundo), el torneo que fue creado por la UEFA para acabar con la pasividad de los partidos amistosos ha sido considerado un rotundo éxito.
Pero también hay voces que critican lo complejo de los ascensos y descensos, teniendo como base las incongruencias que se pueden dar en un futuro.
La Naranja Mecánica está viva
Los resultados más inesperados se dieron en la Liga A, la que reunió a las mejores y más laureadas selecciones europeas.