Es una fría mañana de octubre en el jardín infantil bilingüe Spanish Nursery, en el norte de Londres.
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Los maestros les dan la bienvenida a los niños con alegría: "¡Buenos días!", les dicen a los que hablan inglés, mientras que una niña le pide a su profesora que le haga "la coleta", así en español.
"A esta edad, los niños no aprenden el lenguaje, lo adquieren", le dice a la BBC la directora de Spanish Nursery, Carmen Rampersad.
Y en este lugar, en plena capital británica, para muchos de los niños el español es la tercera – e incluso la cuarta- lengua que hablan.
Las lenguas maternas de los niños que ahora corren por el patio de juegos son el croata, el hebreo, el coreano y el holandés, por nombrar algunas.