Al fin hubo un ganador para el premio mayor de US$1.537 millones en la lotería del Mega Millions en Estados Unidos. Pero esta investigación sugiere que el ganador aún no identificado puede no ser tan afortunado como parece.
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El premio mayor alcanzó esa gran suma después de que nadie resultara ganador en los 25 sorteos realizados desde finales de julio. Eso lo convierte en el segundo premio de lotería más grande que el mundo haya visto.
El récord fue en 2016, cuando la lotería rival, el Powerball, alcanzó los US$1.600 millones. El Mega Millions fue estimado en un momento en US$1.600 millones, pero se redujo después de que se contabilizaron los boletos.
Las probabilidades de ganar son muy pequeñas, o cerca de 1 en 303 millones.Hay 400 veces más probabilidades de ser alcanzado por un rayo.
Si cada adulto en Estados Unidos comprara un boleto, cada uno con un número diferente, todavía habría una buena posibilidad, alrededor del 7%, de que no aparezca un ganador en un sorteo dado y que el premio crezca aún más.
Pero cuando alguien gana y reclama el premio, surge una pregunta más interesante: ¿qué sucede con todo ese dinero y el "afortunado" dueño del boleto? Como lo demuestran mis investigaciones, y las de otros, a menudo no es lo que se esperaría.